La Hermandad

He terminado de leer la emocionante novela titulada “La Hermandad” del escritor, Marcos Chicot. De verdad que es muy emocionante leerla, a cada momento suceden diversos hechos y no se sabe qué más va a ocurrir. La novela transita del pasado a los tiempos actuales, y así va narrando el autor. Esta novela es la continuación de El Asesinato de Pitágoras. La novela empieza narrando que Akenón y Ariadna se han casado y tienen un hijo, Sinuhé. Y Ariadna está embarazada por lo que tendrán otro hijo. Están viviendo en Cártago, porque en Crotonia, Pitágoras decidió quedara en manos de su esposa y él se fue a formar discípulos de su Hermandad a otro lugar. Tienen Akenón y Ariadna un esclavo, Kush, un negro alto de ojos azules que cuida a Sinuhé todo el tiempo. Mandan llamar a Kush que va con Sinuhé, y Ariadna lo besa y abraza a su hijito. Le exige que se ponga las sandalias, no puede ir descalzo. Kush había sido hecho esclavo hacía veinte años durante unas guerras de Egipto, y al parecer lo habían separado de su hijito pequeño. Su anterior dueño lo recomendó con Ariadna y le dijo que tenía cariño con los niños. Sus hijos ya habían crecido y les podía ser muy útil Kush, que medía dos metros. En los tiempos actuales, Elena es una profesora de Psicopatología en la Universidad Politécnica de Madrid y acaba de jalar a un alumno que se queja con ella, pero no lo aprueba. Elena es profesora universitaria y conoce a Daniel, un joven muy inteligente que está desarrollando un software sobre el cerebro humano y la inteligencia. Se empieza a enamorar de él. Tanto Elena como Daniel descubren que son super inteligentes y se inscriben en Mensa, que es una organización internacional que congrega a gente super inteligente de todo el mundo. Un día secuestran a Elena y se desaparece por un tiempo. Daniel conoce en Mensa a Irina, una rusa que vive en España, y se enamora de ella, que rubia, bonita y tiene buen cuerpo. Tienen sexo. Y Daniel le cuenta de su software que está elaborando. Le cuenta cosas de su vida también. Irina le cuenta que se vinieron con su familia de Rusia. Elena llama por teléfono a Daniel y le cuenta que no confíe en Irina, a la que ha conocido en una reunión de Mensa, que le pregunte por Akenón y Ariadna. Daniel le pregunta a Irina. Ella le dice que existe la Hermandad, los seguidores de Akenón y Ariadna, los pitagóricos, tienen una estrella que los representa. Daniel se siente atraído por Elena, pero no está convencido del todo porque se entera que Elena vive con un joven. Lo que no sabe Daniel es que Elena invitó a venir a su invitado porque estaba temporalmente sin casa. Y le ha pedido que se marche. Ya llevaba varios días viviendo allí. Regresan a Akenón y Ariadna, salen a la calle con Kush y Sinuhé, y están comprando diademas en el mercado cuando ven venir caminando a Eshdek, un comerciante al que Akenón le ha confiado todo su oro, conversando con Glauco. Este Glauco ya se le conoce de la anterior novela. No es un tipo de fiar. Es corrupto, y todo lo arregla repartiendo oro. Akenón se preocupa bastante de que sea amigo Eshdek de Glauco. Glauco lo puede volver corrupto a Eshdek. Más tarde, reciben una carta en su casa Akenón y Ariadna de Pitágoras donde dice ha muerto y le escribe unas últimas líneas. Con el pentáculo invertido. Con eso le avisa que el Khaos, el discípulo que volvieron ciego y metieron de remero en un barco, no ha muerto. Akenón va a buscar al barco a Khaos y el capitán le dice que Khaos ha muerto, le lleva a la bodega donde en una tina de aceite tienen la cabeza de Khaos. La saca y se la muestra. Akenón verifica que es la cabeza de Khaos. Pero luego en el puerto, Akenón no se deja convencer tan fácilmente, interroga a un marinero que trabaja en el mismo barco y éste le dice que Khaos, tenía la lengua cortada, solo pronunciaba la palabra oro, y Asdrúbal el capitán del barco recibía los cuencos de comida de Khaos donde éste con los dientes escribía mensajes para él. Nadie conoce lo que escribía pero Asdrúbal mandó que lo soltaran de remero y le dieran un trato especial. Parece que Khaos le mandó a Asdrúbal a alguien que le diera mucho oro. Y por eso lo había soltado Asdrúbal. Pero Khaos muere. Y entonces, Akenón va a hablar de nuevo con Asdrúbal y éste manda a sus hombres que lo maten, lo golpean pero no logran matarlo. Lo persiguen y Akenón logra escapar. Mientras tanto, Ariadna lleva a Kush y a Sinuhé a Eshdek para sentirse a salvo. Y encuentra que Eshdek está muerto, apuñalado en la espalda por su cuchillo que le habían robado a ella. Y su secretario de Eshdek también está muerto. Recoge su cuchillo, lo limpia y se va con Kush y Sinuhé. Van a casa de Glauco. Este la recibe y manda matar a Kush. Lo atraviesan con una espada. Y manda amarrar a Ariadna. Un soldado atraviesa con su lanza a Sinuhé. Lo mata al niño. Glauco lo mata porque los quería vivos. Akenón va a su casa y no encuentra a su familia. Va a casa de Eshdek y averigua que lo han matado. Va a casa de Glauco y allí Glauco lo hace entrar y lo amarra a una silla, Akenón está herido y débil. Glauco les dice que los mensajes de Khaos eran para él. Y los va a matar. Primero les dibujará un pentáculo en la frente, que era la manera como mataban los de esa secta. Un pentáculo invertido. Le dibuja un pentáculo en la frente a Akenón, y le empieza a dibujar un pentáculo invertido a Ariadana pero aparecen dos encapuchados que luchan con él. Uno muere pero el otro no, y se le cae la capucha hacia atrás, y Glauco dice: Pitágoras. No has muerto. Y siguen peleando. En los tiempos actuales, Daniel se siente muy atraído y enamorado por Irina. Van a tener una reunión de Mensa en pocos días. Y llega el día de la reunión. Irina está con Daniel en su cuarto de Mensa. El le revisa su celular mientras ella se baña. Y descubre los videos de las cámaras de seguridad. Ella sale y le quita su celular. Luego saca su pistola y le dice: Soy Khaos. Cada cierto tiempo se reencarna en diversas personas. Lo apunta. Le dice que hay gas venenoso en los floreros de Mensa. Y que explotará el lugar cuando el Jefe de Mensa la llame a ella por faltar los dos a la conferencia de las 9am. Hasta allí les cuento. Sigan leyendo faltan varias cosas. Es bien emocionante.