viernes, 31 de diciembre de 2021

 

El Prisionero del Cielo

He terminado de leer la novela titulada “El Prisionero del Cielo” del escritor español, Carlos Ruiz Zafón. La novela es la tercera de la cuatrilogía sobre El Cementerio de los Libros Olvidados. La novela está basada en la Barcelona, en diciembre de 1957. En la librería de la familia Sempere, al papá, se le ocurre que lo que elevará las ventas de su librería será colocar un nacimiento con luces en la vitrina de su librería. Y se va a comprar todo eso. Fermín no está, pero en febrero ya tienen fijado que se casa con la Bernarda. Ella ya está embarazada. Daniel Sempere, hijo, recibe la visita a la librería de un viejo desconocido que desea comprar la novela grande titulada “El Conde de Montecristo”. La paga con un billete de cien pesetas. Y escribe con una pluma estilográfica, sobre la primera página del libro una dedicatoria: “Para Fermín Romero de Torres, que regresó de entre los muertos y tiene la llave del futuro”. B. Le pide le entregue el libro a Fermín que trabaja con ellos y se va. A Daniel, le parece algo extraño todo eso. Cierra la librería y se va siguiendo al hombre anciano tan extraño que le ha venido a comprar. Lo sigue, y en el camino encuentra a un señor que entrega su tarjeta Oswaldo Darío de Mortenssen, Literato y Pensador, Se escriben cartas de amor, peticiones, testamentos, poemas, invictas, felicitaciones, ruegos, esquelas, himnos, tesinas, súplicas, instancias, y composiciones varias en todos los estilos y métricas. Diez céntimos la frase (rimas extra). Precios especiales a viudas, mutilados y menores. Daniel le dice no necesita esos servicios. Se informa sobre el viejito que es medio cojo, le faltan tres dedos en una mano y la otra es postiza. Averigua que vive en una zona pobre y se hace llamar Fermín Romero de Torres. Daniel queda asombrado y regresa a su librería. Llega Fermín a trabajar y luego su papá, que viene cargado del nacimiento y las luces a colores. Instalan todo. Daniel hijo no le dice nada a Fermín, todavía. Luego de un rato le cuenta del visitante que le compró el libro para Fermín. Le hace leer la dedicatoria. Luego, le cuenta que lo ha seguido y dónde vive, y también que se hace llamar Fermín Romero de Torres. Fermín cierra los ojos y se pone triste. Luego, le dice que tiene que irse a la calle. Y se va. En la noche, Daniel Sempere, hijo, conversa con Bea, su esposa bonita de ojos azules. Ella le cuenta que la Bernarda está embarazada, que no le han contado a Fermín, no vaya a ser que se fugue. Ya de día, Daniel ayuda a su padre que le pide la llave del sótano, para ir por unos libros a colores, es que ha venido una señora y quiere libros ilustrados para niños. Daniel hijo, va a su cuarto y busca la llave, encuentra en el abrigo de su esposa Bea, una carta de Pablo Cascos Buendía, el militar con el que se iba a casar ella. En la carta, que la lee, éste le pide encontrarse en un hotel mañana a las 2 pm. Pero Bea no le ha contado nada a él. Encuentra la llave del sótano y trae los libros a su padre. Venden y luego se queda preocupado Daniel. Van a comer al Can Lluís, un restaurante donde siempre comían. Y allí, Fermín le cuenta su historia, esta vez completa a Daniel. Le cuenta que fue metido en la prisión de Montjuic, en una celda. Eso fue en 1939. Antes de entrar a la celda le preguntaron su nombre, por ser preso político, dijo: Fermín Romero de Torres. No le creyeron, porque había un torero llamado igual. Pero repitió su nombre de nuevo. Y lo anotaron y lo encerraron. Lo metieron en la celda 13 y había el saco del muerto de dicha, celda. Se acordó de la novela, El Conde de Montecristo, donde el acusado, para escapar, se mete en el saco y se hace pasar por el muerto. Pero lo llaman de otras celdas y así conoce a David Martín, que era escritor y estaba preso. Hace gran amistad con él. El director de la cárcel era Mauricio Valls, que recordarán de otra novela de esta cuatrilogía. David Martín le dice a Fermín que pueden ayudarlo a escapar, pero le pide a cambio que cuando esté libre, proteja al hijo de Isabella, la chica que ayudó mucho a David Martín, se ha casado con un librero, señor Sempere. Y tienen un hijo Daniel. Fermín acepta. Luego, llegan más presos y tienen que poner dos presos por celda. En la celda de Fermín ponen a un tal Sebastián Salgado. Este se presenta como sindicalista. Pero luego lo llaman el mismo director de la prisión, Mauricio Valls a Fermín a su oficina, y le dice, que si averigua dónde esconde Sebastián Salgado el dinero que le robó a la familia que asesinó, y si averigua más sobre los escritos de David Martín, la ubicación del Cementerio de los Libros Olvidados, lo dejarán libre a Fermín. Luego lo devuelven a su celda. Entonces Salgado le dice, que seguro le han prometido la libertad a cambio que diga donde tiene él la plata que se robó. Fermín le dice que sí, que lo dejarán libre si cuenta eso. Y David Martín le dice que seguro también quieren información de él y del Cementerio de los Libros Olvidados. Fermín asienta la cabeza y dice que también le han pedido esa información. Ambos le dan información falsa. Y le dicen que cuando le pregunten, diga eso. Fermín acepta. Un día se llevan a Salgado y lo traen más tarde. Fermín finge dormir, y ve que Salgado se mete la mano por atrás y del recto se saca una llave. La esconde en medio de una pared de ladrillos. Fermín sigue fingiendo que duerme. Pasan los días y un día se pone mal Salgado. Tiene fiebre y viene un médico a verlo. David Martín también está delicado de salud. El médico lo va a revisar también. Un carcelero amigo de Fermín le lanza un paquete. Este lo guarda y más tarde lo abre. Mauricio Valls ha ido a una cita en un restaurante con Isabella, pero pide dos manzanillas por adelantado, y le echa veneno a la taza de Isabella, luego lo endulza con miel. Y luego de tratar de salvar a David Martín infructuosamente, Isabella se va a su casa. Valls se va. Fermín mientras, abre el paquete y encuentra alcohol. De acuerdo al plan de David Martín, moja con alcohol un trapo de su traje, y desmaya a Salgado. Luego, en voz alta llama a los carceleros y dice que Salgado ya se murió. Pide un saco para meter a su compañero de celda. Le traen un saco. Se van los carceleros. Fermín se quita la ropa y se pone la ropa de Salgado. Con sus dedos quita la llave oculta de Salgado y se la guarda. Luego, acuesta de espaldas a Salgado, de manera que la cara de éste quede hacia la pared, como durmiendo, con las ropas de Fermín. Y se mete Fermín dentro del saco, por dentro hace un nudo como puede, dejando una mínima abertura. A la medianoche, los carceleros vienen y se llevan el saco. Lo suben a un camión y se lo llevan con rumbo desconocido. Fermín escucha todo. Luego, se detiene el camión. Lo sacan del saco a Fermín que finge estar muerto, y lo cargan, lo tiran sobre una fosa sobre otros muertos, cae sobre blando. Y le tiran cal encima. Luego, se va el camión con los hombres. Al rato, Fermín se levanta y camina entre los muertos, se lava en un charco de agua la cal, y camina hacia la ciudad, es hacia la zona pobre. Allí consigue llegar y lo encuentran gente pobre, lo meten en una cama, y lo cuidan varios días. Un médico de pobres lo cura. Este médico había escapado también de la misma cárcel, cuando viene la policía preguntando por un desconocido que se hayan encontrado, el médico les dice que no han encontrado a nadie. Fermín se recupera. Le preguntan su nombre. Les dice su nombre y le muestran un diario donde dice que ha muerto. Le dan algo de dinero y conoce al abogado Brians, el que defiende el caso de David Martín. Habla con él, que le da dinero y le aconseja tomar un tren. Se va en tren a otra ciudad, y al llegar pregunta por un hotel. No tiene suficiente dinero para el hotel, pero un cura lo ve y le ofrece su casa para pasar la noche. Allí habla con él y le cuenta que es cura, antes tuvo un hermano que murió en la guerra. El también fue soldado y mató personas. Al día siguiente, Fermín se marchó. En la calle encuentra una muchacha que es botada de un restaurante por un hombre que la amenaza con un objeto punzocortante. Fermín la defiende con su maletín, y golpea al hombre con su maletín. Lo desmaya. La chica se lo lleva a otra parte. Le da de comer. Luego se acuesta con él, se llama la Rociíto. Fermín se va, y trabaja un tiempo para el abogado Brians, le consigue tres clientes. Luego fue a buscar a los Sempere, para cumplir su promesa de cuidar de Daniel. Y así estuvo siempre acercándose donde Daniel. Así se conocieron. Un día llega de nuevo a la librería Sempere, el tal Salgado, el mismo viejo que le compró el libro a Daniel. Los saluda a Daniel y a Fermín. Conversa con Fermín de sus viejos tiempos en prisión. Luego le pide su llave. Fermín se la da. Luego se va Salgado. Daniel y Fermín lo siguen. Ven que Salgado encuentra una taquilla y la abre con su llave. Extrae de allí un maletín. Lo abre y busca adentro. Lo deja abierto y se va caminando. Fermín le dice a Daniel que él lo seguirá a Salgado, que Daniel revise el maletín. No hay nada en el maletín. Fermín le dice a Daniel que en veinte años, seguro se lo han robado todo el dinero. Pero Fermín sigue a Salgado. Este se cae en la calle. Llega Fermín y lo encuentra muerto, hay gente que se arremolina. Fermín les dice unas palabras a los policías, Es un viejecito que se ha muerto. Tiene una llave en una mano. La policía le dice que ellos se encargarán. Daniel se lo lleva a Fermín a casa de la Bernarda. Al día siguiente, Daniel va donde un profesor universitario que es experto en varios temas, y le pide le ayude a conseguir documentación válida para Fermín. Luego, se va donde el que escribe cartas de amor, y le pide invente documentos para su amigo Fermín y una historia creíble de su pasado honrado. Le explica que su amigo Fermín quiere casarse por la iglesia con su verdadero nombre. Este señor le promete ayudarlo. Luego, Daniel se va al hotel donde estaría Pablo Cascos esperando a su mujer. Entra y le tira un puñetazo. Lo golpea un rato más. Y le pregunta si trabaja para Valls. Este le dice que trabaja para la editorial de Valls, pero no lo conoce personalmente. Viene en eso Fermín, con traje de policía y arresta a Daniel. Salen del hotel y toman un taxi. Bea había salido para ir al modisto a ver cómo iba quedando el vestido de novia de la Bernarda. Y luego viene la despedida de soltero de Fermín, en un hotel. Allí baila con la Rociíto por última vez. Pero la historia no termina allí. Compren la novela y léanla. Les va a  gustar.

Con esta novela se termina la Cuatrilogía del Cementerio de los libros olvidados, de Carlos Ruiz Zafón. Cómprense los cuatro libros de esta colección. Son muy buenos. Encontrarán mis comentarios de los cuatros libros en este mi blog.




lunes, 27 de diciembre de 2021

 La Trilogía de Publio Cornelio Escipión

1)Africanus, el hijo del cónsul.

2)Las legiones malditas.

3)La traición de Roma.

Esa es la trilogía de Escipión, el general romano que nunca fue derrotado en ninguna batalla.

El único que derrotó a Aníbal.

Deben comprar las novelas y leerlas en ese orden. En blog mío, pueden encontrar mis comentarios de las tres novelas. Busquen bien en las carpetas de este año y del año pasado, tal vez en la del anteño pasado también. Estas novelas han sido escritas por Santiago Posteguillo. El es un escritor que escribe sobre temas históricos. El ha escogido narrar historias de la Roma Antigua. De niño su papá lo llevó a conocer Europa, y visitó Roma, y se admiró de todo lo que vió. Admiró tanto a Roma que  decidió escribir todas sus novelas sobre Roma Antigua. Tiene otras trilogías, que encontrarán también en mi blog, busquen bien en mi blog por mis comentarios y luego se pueden comprar las novelas. Sus novelas eran de 800 páginas pero las últimas son de 1200 páginas cada tomo. Son bien emocionantes. 

viernes, 24 de diciembre de 2021

 La traición de Roma

He  terminado de leer la magnífica novela titulada "La traición de Roma" del escritor español, Santiago Posteguillo. Empieza narrando de marzo a julio de 201 A.C., Escipión se había convertido en el hombre más poderoso Roma, en el más alabado, en el más temido. Zarpó desde Ütica, en el norte de Africa, con gran parte de su ejército, una vez sellada la paz con Cártago. Recabó primero en la costa occidental de Sicilia. Llegó luego a Siracusa donde dió un discurso. Luego llegó a Locri. En todos lados lo aclamaban. Mientras tanto, en las costas de Egipto, en febrero de 201 A.C., la joven Netikerty había estado orinando sobre los dos pequeños sacos de dátiles y avena. Ninguna semilla había germinado aún. Según la tradición egipcia, una mujer embarazada podía conocer con anticipación el sexo de su futuro hijo o hija al introducir unas semillas de cebada en un saco y otras semillas de trigo en otro saco y orinar sobre los mismos a diario a la espera de ver qué semilla germinaba primero. Si germinaba primero cebada, el bebé sería un varón y si germinaba trigo, sería niña. Si no germinaba ninguna de las semillas, el bebé nacería muerto. "Quizá sea lo mejor" dijo Netikerty. Se durmió. Al día siguiente, sus hermanas la despertaron contentas. Una de ellas extrajo de debajo de la cama uno de los pequeños saquitos con avena, dátiles y semillas. Por entre las costuras del saco emergía un pequeño brote. Netikerty se llevó las manos al vientre. Su hermana le dijo: "Es cebada, hermana mía. Vas a tener un niño".

En Roma, en Julio de 201 A.C., Unos enviados del Senado le comunican a Escipión que el Senado le concede permiso para desfile de victoria al día siguiente con su ejército por las calles de Roma, por su triunfo completo. Pidió le trajeran a Sífax, el ex rey de Numidia. Estaba lleno de cadenas. Al día siguiente fue el desfile triunfal. Entraron también los bueyes blancos para el sacrificio a Júpiter. Entró el ex rey de Numidia, Sífax encadenado, mientras todos lo escupían y él se limpiaba con las manos, recordando las noches de pasión y deleite pasadas con Sofonisba, su reina, su máximo placer, su mayor derrota. Entró luego Escipión en un carro tirado por caballos blancos y todos lo aclamaron. Luego, arrojan de la Roca Terpeya a Sífax, que maldice a Escipión antes de caer muerto. 

En Roma, a finales de julio de 201 A.C., Catón convoca un cónclave de senadores en la apartada villa del fallecido Quinto Fabio Máximo. Les habla y les dice que Escipión quiere gobernar Roma y deben detenerlo. "¿Estás proponiendo un asesinato?" le preguntan. Dice que no pero que deben tratar de arruinarlo. Algunos lo apoyan.

Escipión regresa a su casa y saluda a los invitados. Habla con el pedagogo griego Icetas, que educa a sus hijos. Le dice que sus  tres hijos son muy disciplinados. Han aprendido de sus enseñanzas. Escipión le contrató porque Icetas fue discípulo de Arquímedes. Luego, hace llamar a  sus hijos. Su hija, Cornelia menor que no lo conoce, se esconde detrás de su hermana mayor. Se esconde de él. Luego, se deja ver. Escipión se da cuenta que es muy bonita. Ella ve la cicatriz de su padre en el muslo, de cuando Escipión fue herido por Aníbal. Se acerca y le da un beso a la herida. Su mamá Emilia les daba un beso a ella y a sus hermanos cuando se hacían una herida, en la herida misma y ella copia el gesto de su madre. Escipión ordena servir un banquete. 

En Alejandría, Egipto, en agosto de 201 A.C., Netikerty dá a luz un niño, el hijo de Cayo Lelio. Le pone de nombre Jepri, que significa el que se crea a sí mismo. Netikerty se ha casado con un mercader egipcio. Pero el rey de Siria avanza contra Egipto y el padre, hermano y esposo de Netikerty se inscriben para luchar en la guerra y ella teme por la vida de ellos. 

En Cártago, Aníbal le dice a su segundo Maharbal, que postulen para ser sufetes de Cártago. Maharbal le hace ver que el poder lo tienen los Ciento Cuatro Ancianos del Consejo de Ancianos. 

Mientras tanto, en la frontera entre Egipto y el Imperio Seleúcida junto al río Jordán, en el verano de 201 A.C., 30 mil soldados egipcios reforzados con mercenarios etolios se alistan a luchar contra Antíoco III, de Siria. Hay una profecía que dice el rey del norte vencerá al rey del sur y los egipcios tienen miedo. No saben luchar contra una profecía. Luchan valerosamente y van ganando hasta que Antíoco III de Siria ordena salir a sus catafractos. Son jinetes con armadura metálica y el caballo también con armadura metálica. Y no logran vencer los egipcios y etolios. Ganan los sirios, le llaman a esta batalla, la Batalla de Panión.

Epífanes, consejero de Antíoco, va a revisar los 100 elefantes que tenían guardados en las caballerizas reales. Los inspecciona y descubre que todos tienen colmillos. Eran elefantes de la India. El rey quería que se reprodujeran sus elefantes. Se va para hablar con el rey.

Los que escaparon de la batalla de Panión se refugian en la ciudad de Sidón. Un carpintero fenicio habla con su hijita Areté y le dice es mejor huya con el médico de la ciudad. Le debe ayudar en su trabajo como médico y éste la alimentará. 

Mientras tanto Epífanes, habla con el rey Antíoco. Este se molesta y manda llamar a sus generales. Interroga a Toante. Le pregunta: "¿Desde cuándo sabías que todos los elefantes que nos enviaron de la India tienen colmillos?". Toante se queda callado. Epífanes dijo: ""Sólo los machos tienen colmillos en la India. En Africa es diferente, pero en la India es así. Nuestro rey tenía el plan de aumentar el número de elefantes en Apamea, pero el general Toante no tuvo la precaución de asegurarse que hubieran elefantes hembras". El rey lo hace matar a Toante por sus soldados. 

En Roma, en marzo de 199 A.C., la fiesta en casa de Escipión ha sido excesiva. Tiberio Sempronio Graco se retiraba y esperaba que algún esclavo le trajera un aguamanos. Descubre escondida entre las cortinas a Cornelia menor, la hija de Escipión. Ella tenía cinco años, y él 23. Conversan y luego ella se  va adentro. Graco recibe el aguamanos que le trae un esclavo y se seca en la toalla. Se va.

Catón llama a Plauto y le encarga escriba una comedia. Plauto acepta, pero rechaza el pedido de ir a espiar a casa de Escipión.

En Roma, en el Campo de Marte, en mayo de 198 A.C., Lelio entrena con la espada a Publio hijo. Le hace una herida en el hombro. Regresan a la casa y Emilia se preocupa por su hijo.

En Cártago, en enero de 196 A.C., Aníbal es sufete de la ciudad y toma decisiones que hace lo visiten del Consejo de Ancianos. Intenta convencerlo que cambie algunas decisiones pero no lo logra.

En el Senado Romano, febrero de 196 A.C., comentan que Aníbal es sufete en Cártago y no se lleva bien con el Consejo de Ancianos. Quieren traer a Aníbal ty matarlo, arrojándolo de la Roca Terpeya. Votan y ganan los que han propuesto esto.

Van a Cártago, con excusa de ser embajadores, varios soldados  romanos con tres legatus, para apresar a Aníbal. Entran en su casa de noche, pero Aníbal ya tenía un barco preparado por Maharbal y huya de Cártago con su esposa y Maharbal, además de algunos hombres. 

En Emporiae, noreste de Hispania, febrero de 195 A.C., Catón llegó a Emporiae por mar. Luego de instalarse, llegan unos embajadores iberos. El hijo del rey de Ilergetes le dice tienen pacto de fidelidad a Roma, pero otros pueblos íberos los están atacando, necesitan protección. Catón le promete enviar ayuda pero los embajadores regresan y el príncipe queda como rehén. 

Netikerty teme que envíen a su hijo a la guerra y la escribe desde Egipto una carta a Escipión. Le cuenta que el rey Antíoco está destruyendo Egipto y varios países vecinos. Que Roma haga algo.

En Hispania, Catón lucha contra pueblos íberos rebeldes. Arrasa con casi todos ellos. Le dicen los más rebeldes son los de Numancia. Acampa afuera de Numancia, y planea atacarlos. Pero recuerda que su mandato como cónsul ya se termina. Tiene oro, plata y esclavos. Es mejor regresar a Roma, y se va.

Escipión va al teatro, a  ver una obra de Plauto, junto con su familia. Se sientan en un lugar especial reservado para ellos. Era una ley dada por Escipión. Graco y otros dan gritos que no debe sentarse allí. Hacen ruido y hacen sentir mal a Escipión y su familia. Luego se callan. Al terminar la función, Escipión y su familia, regresan a su casa y Escipión lee la carta de Netikerty.

En Efeso, Asia Menor, el año 192 A.C., una embajada romana llega y consigue entrar para entrevistarse con Antíoco. Está Escipión, Lelio y otros generales, hay doscientos jinetes de caballería. Solo entran cincuenta jinetes. Escipión va con Lelio y sus hombres a los baños públicos, para  bañarse. Allí, encuentra a Aníbal. Conversan y se bañan en la piscina. Luego se va Aníbal, se bañan 25 jinetes, y cuando salen, se bañan los otros 25 jinetes. Les traen comida unos esclavos. Panes diversos, carne de cerdo asada y fileteada, fruta variada, pescado salado, cuencos con salsas exóticas, desconocidas por los romanos y varias ánforas con leche, agua, aceite y vino. No pueden entrevistarse con Antíoco porque no está en la ciudad. Se  van.

En Roma, en enero de 190 A.C., Escipión le asigna a su esclavo Laertes la misión de cuidar a su hija Cornelia menor cuando ella sale a comprar al mercado. Ella tiene catorce años y es muy bonita. Cuando ella se case, Laertes será libre y Escipión le dará mucho dinero. Laertes acepta. 

Un día salen de compras al mercado y al regreso, anuncian una pelea de gladiadores. Cornelia menor siente curiosidad por ver la pelea. Así que Laertes y los demás esclavos la acercan a la pelea. Miran un rato, pero luego los luchadores intentan escapar. Y uno de ellos va con su lanza directo contra Cornelia. Laertes lucha contra el gladiador. El gladiador le hace una herida en el cuello a Laertes. Aparece Graco y protege a Cornelia. Entran a la plaza unos triunviros. Graco dice: "Atacad sólo al númida. El otro es mi esclavo". Los triunviros le clavan una espada al númida. Luego lo rematan. Graco hace llevar a Laertes y a Cornelia a su casa de Escipión. Este está en la puerta, le habían avisado y ya estaba para salir a buscarla. Le dice a Graco que no vuelva a hablar con su hija. Unos días después, Cayo Lelio y Lucio Cornelio Escipión salen elegidos cónsules, y Catón se desespera. Logra incluir a Graco para que vaya a luchar a Asia con los Escipiones. Graco va a su casa y recibe una carta de Cornelia menor en que ella le da las gracias por salvarla en la pelea callejera. Unos días después, Escipión conversa con Lelio y Lucio, les dice Lelio debe quedarse en Roma, para defenderlos de Catón en el Senado, que seguro querrá cortar los suministros al ejército romano en Asia. Lucio dirigirá la guerra contra Antíoco III, como cónsul. Publio será su asesor militar, aunque será Publio el que planee todo. En su casa, Emilia le entrega a Escipión una carta en arcilla, que Cornelia menor ha enviado a Graco, su padre se molesta y le dice eso es traición. Ella le dice es agradecimiento. Ya envió otra carta, que seguro ha llegado. 

En Macedonia, a finales de marzo de 190 A.C., Escipión conversa con Lucio y decide enviar a Graco como negociador para un pacto con el rey Filipo, los deje pasar por su territorio, para ir hacia Asia, para luchar contra Antíoco. Graco va a entrevistarse y el rey Filipo lo trata mal. Le dice que pasará una noche en palacio, le enviará alimentos y bebidas, y una esclava. Graco rechaza todo. Luego viene el rey Filipo y le dice que lo dejarán ir. Que avise a sus generales romanos que les darán granos y provisiones para que crucen hacia Asia. Ha decidido se maten entre romanos y sirios. Filipo se aliará con quien gane. 

Mientras tanto, Escipión con sus hombres van hacia el sur, buscan a Escopas. Este les cuenta es un ejército muy poderoso el de Antíoco III. Su arma más poderosa son los catafractos, no se puede vencer contra ellos. No se les puede matar. Escipión pensará cómo luchar contra los catafractos.

En el Senado Romano, Catón ataca a los Escipiones, pero Lelio los defiende y los hace quedar bien.

En Siria, a principios de septiembre de 190 A.C., Epífanes conversa con Aníbal sobre el plan de ataque contra los romanos. Les traen cuencos de leche y queso. Epífanes bebe su leche, y Aníbal come queso. De pronto, a Epífanes le duele la barriga. Le dice a Aníbal: "No bebas. Esto es cosa de Seleuco, el hijo de Antíoco III". La leche estaba envenenada. Le dice a Aníbal: "El rey volverá a tí. Cuando las legiones avancen. Esa será tu oportunidad. Hasta entonces, ten cuidado con lo que comes". Y muere. Aníbal llama al esclavo que les trajo la leche. Aníbal lo cogió por el cuello y le preguntó: "¿Quién?". Lo suelta, y el esclavo dice: "Seleuco". Aníbal le pregunta por sus hombres. El esclavo le dice: "Sólo teníamos orden aquí. Tus hombres están bien". "Perfecto", dice Aníbal. Y lo cargó y lo botó por la ventana al esclavo. Había una altura de cuarenta codos o algo más. "Este ya no envenenará a nadie más", dijo Aníbal y se fue de la habitación.

En Asia Menor, el hijo de Escipión sale con una patrulla de reconocimiento sin avisarle a su padre. Matan a varios romanos con flechas. El jefe de la patrulla y Publio se ocultan detrás de rocas y se salvan pero son hechos prisioneros. Aníbal quiere interrogar a los prisioneros romanos, y los busca. El jefe de la patrulla le da información de las fuerzas romanas. Le dice que el joven es el hijo de Escipión. Aníbal lo mira bien al joven. Mata al jefe de patrulla por traidor. 

Vienen Antípatro, el general sirio, con el consejero Heráclitas, a negociar con Escipión. Este les dice que no se retirarán y lucharán contra los sirios. Si el rey Antíoco respeta la vida de su hijo, y lo devuelve, no matarán al rey Antíoco en el campo de batalla.

En Abydos, norte de Asia Menor, en noviembre de 190 A.C., el médico romano Atilio, contrata una prostituta joven y bonita, Areté. Es la misma niña que su padre en Sidón la salvó enviándola con un médico. Atilio la compra a la matrona de la casa de prostitución. Se lleva a Areté y le dice le ayudará a curar a los heridos. 

En Asia Menor, Aníbal libera al hijo de Escipión. En el campamento romano, Escipión abraza fuerte a su hijo. Pero Escipión está con las fiebres, en cama. El médico Atilio lo pone a Escipión al cuidado de Areté. Ella le pasa paños húmedos en la frente y los brazos. Se terminan acostando juntos. Escipión arma un plan de batalla y se lo explica a Lucio. Le dice deben demorar el avance de los catafractos. Que detengan el avance, Graco y Domicio Ahenobarno. Que ponga a su hijo Publio entre la infantería del centro, en la parte de príncipes, al mando de Silano. Lucio le avisa a Ahenobarno que no hay forma de vencer a los catafractos. Solo los demore. No será toda la batalla sino buen tiempo solamente. Luego, rodearán a los sirios. Los sirios planean su ataque, Aníbal da su opinión cómo atacar, pero Heráclitas tiene otro plan. Y el rey Antíoco III le hace caso a Heráclitas. Empieza la Batalla de Magnesia. Se ponen a luchar y los romanos van ganando, menos en el ala de los catafractos, mueren allí muchos romanos. Ahenobarno le cuenta a Graco que no se puede vencer a los catafractos, sólo demorarlos. Graco con su gente retroceden hasta el río, y los catafractos entran al  río, pero con el barro y su protección metálica se hacen muy pesados. Sus caballos catafractos se paran, no avanzan. Los romanos los atacan y botan de sus caballos a los sirios. Graco desaparece. Los romanos logran acorralar a los sirios en un cuadrado. Hacen ruido y asustan a los elefantes, que pisotean varios sirios. Los romanos los atacan y derrotan. Graco estuvo buceando por el río hasta un lugar lejano. Sale a la superficie y se queda tumbado en tierra, agotado. Luego que se repone, camina y ve a soldados romanos, da su nombre y le informan que han ganado la batalla. Llaman un médico. Lucio le avisa a Graco que Ahenobarbo ha sobrevivido con algunos de sus hombres. 

Mientras tanto, Aníbal con Maharbal y sus hombres compran un barco pirata, luego de huir de la batalla. Buscarán otro lugar donde ir.

En Elea, Asia Menor, en enero de 189 A.C., Lucio le cuenta a su hermano Publio los detalles de la batalla. 

En mayo de 189 A.C., en Roma, hacen desfile los Escipiones. Desfilaron con 224 enseñas militares, 134 representaciones de ciudades, 1231 colmillos de marfil, 234 coronas de oro, 137 420 libras de plata, 224 mil tetracmas áticas, 321 060 cistóforos, 140 mil filipos de oro, 1423 libras de  vasos de plata y 1023 libras de vasos de oro. También desfilaron 32 generales del rey, prefectos y altos dignatarios. Aclama el pueblo a Lucio y lo llaman Asiaticus en las calles de Roma. 

En Roma, en enero de 188 A.C., da a luz la esposa de Lelio un niño, pero la esposa ha sangrado demasiado con el parto. Ella ha muerto. Le consiguen una esclava que tiene leche porque también tiene un niño pequeño y lo alimenta. Lelio siente dolor por la pérdida de su esposa.

En Creta, en el verano de 188 A.C., muere la esposa de Aníbal. Este orden a Maharbal que quiere un funeral como para una reina. Y que compre un barco. Maharbal le iba a contar que no tenían dinero para pagar los alimentos, pero Aníbal con su espada destruye las estatuas de los dioses íberos gigantes de su mujer y de pronto, sale la luna. Maharbal descubre que las estatuas estaban llenas de monedas de oro y plata por dentro. Da las órdenes, paga a los acreedores, y se van con un grupo de soldados a comprar un barco. 

En Roma, en julio de 187 A.C., Catón lleva a su finca a sus senadores amigos. Les dice van a acusar a Lucio Escipión de malversación de fondos. Otro de ellos dice que eso es mentira. Catón les dice que no importa la verdad sino que debe evitarse los Escipiones lleguen al poder. Les muestra puerros conque alimenta a sus toros. Son nutritivos y les evitan enfermedades. Pero apestan horrible. 

En Ecbatana (oeste de Irán), el 3 de julio de 187 A.C., Antíoco con sus soldados quieren oro. Así que roban oro de una iglesia de Ecbatana. Los pobladores se indignan y matan a la mayoría de soldados de Antíoco. A los que quedan les perdonarán la vida si entregan al que originó todo. Los soldados entregan a Antíoco. Los pobladores lo arrastran, desnudan, escupen y lapidan; y lo despedazan hasta que no quedó ni un trozo de carne con el que alimentar a los perros. Ese fue el fin de Antíoco III, otrora, el hombre más poderoso de Siria.

En Ponto Euxino, Mar Negro, en el verano de 187 A.C., el barco de Aníbal se dirige con Maharbal y sus hombres hacia la Gran Armenia, donde gobierna Artaxias, al que conocieron el día que planeaban atacar a los romanos con Antíoco. Solo que Artaxias admiró la estrategia de Aníbal, pero no luchó, se fue a gobernar el reino que Antíoco III le asignó.

En Roma, en julio de 187 A.C., Escipión trajo a Areté como esclava y amante a su casa. La ponen a ayudar en la cocina. En una sesión del Senado Romano, un amigo de Catón acusa a Lucio Escipión de robarse dinero, 500 talentos de oro que el rey Antíoco envió al cónsul Lucio. Ese dinero se lo repartieron Publio, Lelio y Lucio, como botín de guerra. No era tanto dinero como el resto que trajeron a Roma. Publio habla y pide un Iudicium populi, o sea, un juicio popular. Se celebra el Iudicium populi. Publio cuenta sus hazañas en Hispania, Africa y Asia. Todo el pueblo lo aclama. El segundo día del Iudicium populi, Escipión entrega 500 talentos de oro. Y dice no necesita 500 talentos si tiene al pueblo de Roma consigo. Todo el pueblo grita: "Victoria. Vayamos al Templo de Júpiter". Y todos se van, pero el juicio queda inconcluso.

En Armenia, el año 187 A.C., Aníbal es recibido por Artaxias I, rey de Armenia. Este lo acepta como consejero y le encomienda construir una nueva capital. la llamarán Artaxata. Aníbal cumple su trabajo bien, pero un día el rey Artaxias I lo llama y le dice es mejor que se vaya, ya no va a necesitar sus servicios. Se van a aliar con Roma y estos querrán destruir a Aníbal. Le paga con bastante oro y plata sus servicios y lo despide.

Aníbal va hasta el reino de Prusias y le ofrece un saco de oro al rey para servirle allí. El rey le dice que cuando su enemigo Eumenes navegue hacia el norte, saldrán a su encuentro en nuestros barcos y deberán vencerlos. Aníbal va a ver los barcos y ve que son pocos barcos y la mayoría necesita reparación. El oficial que le muestra los barcos le dice que a los cántaros de barro apilados en los almacenes del puerto se meten serpientes venenosas y mortales. Suben a un barco y navegan, ven  varios barcos enemigos. Mandan emisarios a negociar. Es una excusas para saber en qué barco está el rey enemigo, Eumenes, rey de Pérgamo. En la tablilla que le envió Aníbal, le puso: "Que se retire o hundirá su flota". Averigua en qué barco está Eumenes y envía diez barcos para que lo hundan. Pero Eumenes se dirige rápido a tierra, donde desembarca y tiene su ejército que ha estado avanzando por tierra. El barco de Aníbal está rodeado por barcos enemigos, todos más grandes y rápidos que el suyo. Ordena Aníbal que lancen como proyectiles cántaros llenos de serpientes. Al caer en los otros barcos, los cántaros se rompen y pican las serpientes a los hombres de Eumenes. Lanzan entonces la gente de Eumenes flechas contra el barco de Aníbal y matan a Maharbal. Eumenes, desde tierra, dice que avisen a Roma dónde está Aníbal, para que vengan por él.

En Alejandría, Egipto, Netikerty logra colocar como policía a su hijo Jepri. Persiguen bandidos en barco y pelean con ellos. Uno le hace una herida a Jepri que cae, pero el resto de bandidos quería huir con lo robado, así que se van rápido y Jepri queda caído boca abajo, sin conocimiento, en el barco de la policía del Nilo.

En Roma, abril de 184, Graco salió elegido tribuno de la plebe y Catón fue elegido censor. Algunos amigos de Catón consiguieron puestos importantes también. En una sesión, Lelio le dice a Lucio Escipión: "Voy por Publio" y  se va. Cabalga rápido en su caballo y llega a la finca de Publio Escipión, le avisa que están acusando de malversación de fondos a Lucio. Catón lo ha acusado y, como el juicio anterior no terminó, ahora lo terminarán con un jurado que son amigos de Catón. Publio y Lelio van en caballos hacia Roma, en el camino, varios ex soldados, de Escipión se les unen. Al llegar a Roma son 500 jinetes. Han arrestado a Lucio, que no se defendió bien, y lo conducen a la cárcel. Escipión encara al primus pilus que suelten a su hermano. El primus pilus pone una daga en el cuello de Lucio y amenaza con ejecutarlo si no se alejan. Hasta acá les dejo la emoción de la historia. El final es imprevisto. Cómprensela y léanla.