jueves, 28 de enero de 2021

La tribu

He terminado de leer la novela titulada “La tribu”, de la escritora francesa Anne-Laure Bondoux. Ella estudió Literatura Francesa en la Universidad de Nanterre. Nació en 1971, cerca de París. Es muy buena escritora. La novela empieza narrando sobre Polo, una rata joven, que está rondando por el puerto. Vive por allí, regresa a sus túneles pero no encuentra a su familia ni a su tribu. Hay un olor no desagradable pero desconocido que huele. No hay ninguna rata en su túnel. El estaba acostumbrado a ser rata de puerto y comer las sobras de los marineros. Encuentra una bolita de piel, es Memoná, la rata más vieja de su tribu. Está sola y adolorida. No puede hablar y cuando Polo le pregunta por su familia le dice que están todos muertos. Los hombres son los culpables. Luego le dice algo sobre el barco de vapor. Luego muere. Mientras tanto, Polo ve a un hombre perseguir con una lampa a una rata desconocida. La ayuda al morder en el tobillo al hombre con sus dientes. La otra rata escapa. Polo escapa también. Se esconden. Se llama Nil dicha rata, según le dice. Es hembra. Polo entiende es una rata de la ciudad. El ya no tiene a nadie de su tribu. Decide irse con ella. Va con ella a la ciudad y conoce a su tribu. Akar es la rata jefe de la tribu de Nil. Polo lo ve de lejos con sus ratas. Se va, desconfía de él, sospecha no lo va a aceptar en su tribu. Busca comida en varios sitios, encuentra ratas negras comiendo de un costal de harina. Llega a la ciudad, ve la gente caminar y los carros pasar. Debajo de una lona abandonada escucha chillidos de ratas pequeñas. Son tres ratitas de su tribu, los dos machos: Hog y Coben, y la hembra, Tiel. Polo decide buscarles un hogar y comida a las ratitas. Conoce a una rata nueva, Regus, que huele a carroña y les ofrece conseguirles comida. Los lleva donde hay un contenedor de basura, todos los restaurantes de la ciudad botan allí sus restos de comida. Regus, Polo y las ratitas comen trozos de pizzas, pescados, restos de pollos, huesos de chanchos, etc. Se dan un festín. Polo le cuenta busca un refugio para las ratitas. Le cuenta su tribu en el puerto han perecido todos por los humanos. Polo le cuenta ha decidido unirse a la tribu de Nil, donde manda un tal Akar. “No te fíes de Akar”, le dice Regus. Polo encuentra un pescado y se lo lleva de presente para que lo acepten en la tribu. Llega al lugar y habla con Nil. Ella habla con Lek, otro de la tribu, en ese momento la hembra de Akar, Urga, está devorando una paloma muerta. De pronto varios se ponen a comer de la paloma. Lek habla con Akar de Polo y las ratitas. Akar lo estudia. Le dice su hembra Urga come bastante. Polo le muestra el pescado que ha traído, la cabeza. Akar se lo da a Urga. Acuerdan que si Polo trae buena comida todas las noches, serán admitidos temporalmente él y las ratitas. Una noche, Polo está buscando comida cuando se encuentra con 20 ratas y un jefe, que le buscan pelea, se va a pelear, pero llega Regus y pide lo dejen en paz. Dice conoce a esa rata, refiriéndose a Polo. Los dejan y se van. Se hacen más amigos Polo y Regus. Lek y Yun, su hembra, protegen a las ratitas. Regus le dice a Polo que hay camiones que tienen ese olor que olió Polo en su madriguera natal. Van hacia un edificio, allí debe estar la clave de cómo están matando a las ratas. Le dice a Polo la siguiente noche vaya donde él para que  vayan juntos subidos en un camión a dicho edificio a averiguar qué está pasando con las ratas muertas. A la noche siguiente, Polo le recrimina a Akar que se come los mejores bocados y no alimenta bien a su tribu. Le pide les deje marcharse a los que quieran. Se escapan unas 40 ratas con él. Polo los guía por las alcantarillas y luego salen a la ciudad. Akar y sus ratas los persiguen. Encuentran unas obras de construcción, hay escayolas y se ocultan debajo de ellas. Pasarán la noche allí. Luego, Polo se va donde  Regus para averiguar el misterior. Se suben a un camión de los que Regus conoce y se van a un edificio donde hay montones de ratas muertas. Las vacian sobre una cinta transportadora hacia una máquina. Polo y Regus están por allí escondidos y mirando todo. Polo se da cuenta las ratas están atontadas y muertas varias de ellas, tienen ese olor que él olió en su madriguera natal. Se escapan con Regus. De regreso, Polo le cuenta a Nil la máquina de matar ratas y el túnel por donde las hacen pasar. Los humanos están limpiando todas las zonas, tienen que huir por el puerto en un barco. Irse a otro sitio, lejos de allí. Se van al puerto el grupo pero Nil dice debe avisar en su tribu si varios de dichas ratas quieren salvar sus vidas, deben huir en barco. Y regresa y avisa. Luego se va. En el puerto, Polo escoge un barco y hace subir a toda su nueva tribu, llega Nil y la hace subir, sube él y se van. Se va el barco. En el barco, encuentran la cocina donde hay comida, pero encuentran ratas negras, son otra tribu donde manda un tal Olmo. Polo negocia con él para que le dejen estar allí hasta que toquen tierra. Olmo acepta, pero le dice no pueden ir a la cocina. Esa zona es de ellos. En la zona de basura, encuentran comida Polo y su tribu. Se cobijan en la lavandería, donde hay ropa para se abriguen las crías y las ratas. Hay un incendio a bordo pero los humanos lo extinguen. Polo y Regus que salen a explorar todo el barco, encuentran dos ratas negras muertas, no entienden qué ha pasado. Hog, una de las ratitas la encuentran muerta, se había escapado y la han matado. Pero luego Olmo y su tribu de ratas machos se enfrentan a la tribu de Polo y Regus. Pero en eso, Polo y Regus ven a Akar en el barco, sospechan él ha matado a las dos ratas negras y le cuentan a Olmo. Aparece en eso Urga, con sangre en la boca, otras ratas hembras de la tribu de Polo le cuentan que la han visto matar a  toda la tribu de Olmo, hembras y  crías. Lek ataca a Akar, y consigue matarlo, pero Urga lo mata a Lek. Regus les cuenta a Polo y su tribu que Akar y Regus nacieron de la misma hembra. Pero pelearon por ser los jefes de la tribu. Regus se cayó por un agujero, no murió. Polo y Regus persiguen a Urga, y cuando la van a matar, Urga se deja caer al vacío, cae sobre un contenedor desde gran altura, queda muerta. Los hombres la tiran al mar. Polo y Olmo hacen las paces. Polo le dice pueden irse a vivir juntos en tierra firme pero Olmo le dice que no, toda su vida ha vivido allí y seguirá allí. Al llegar a tierra, ven gatos en el puerto, pero Olmo les dice que vean las grúas que cargan contenedores, los suben sobre un tren, allí pueden viajar ellos hacia mejores lugares. Eso hacen. Suben la tribu de Polo a un contenedor, y la grúa los deposita en un tren. El tren parte y Olmo se queda en el barco. El tren viajar por varios sitios, Polo piensa en donde convendrá quedarse. Al llegar a un lugar, Coben, que ya es jovencito, se baja, Polo decide que bajen. Se bajan y encuentran un lugar donde protegerse, salen con Regus a buscar comida. Traen comida pero ya no están, hay algunas ratas muertas. Nil aparece y le dice se están ocultando detrás de unos ladrillos, aparecieron gatos y tuvieron que huir. Pasan la noche allí. Al día siguiente, encuentran unos camiones con lonas. La tribu de Polo se mete debajo de las lonas y viajan hasta donde se detienen. Allí se bajan, es una zona de árboles, de selva. Los humanos cogen sierras y empiezan a tumbar árboles. Polo y su tribu encuentran un río, ven balsas de madera amarradas, que corren río abajo. Se suben sobre una y viajan río abajo. Luego, regresan a tierra. En la selva, se ocultan en una cueva de donde salen volando murciélagos, es de noche. Al día siguiente inspeccionan la zona. Polo ordena construir madrigueras en la tierra, túneles, y allí se ocultan las crías y los recién nacidos con las hembras. Polo negocia con una rata Kuok, que es el jefe de la tribu de la zona, no les molestarán, solo quieren vivir allí un tiempo. Kuok, había ordenado una lucha, hay ratas muertas de ambos bandos. No les puedo contar el final, tienen que vivir la emoción de leerlo.



domingo, 24 de enero de 2021

 

Ensayo sobre la ceguera

He terminado de leer la excelente novela titulada “Ensayo sobre la ceguera” del escritor José Saramago. La novela empieza narrando a un hombre manejando su auto por la calle, cuando de pronto, está detenido por la luz roja del semáforo y se pone verde pero no puede avanzar porque no puede ver. “Estoy ciego” dice. Solo puede ver una luz blanca, nada más. Hay gente que se acerca a ayudar, llaman a la policía, vienen y les explica que no puede ver nada. Un señor se ofrece a llevarlo a su casa en su mismo carro. Solo le dé la dirección y lo llevará. Entonces se lo lleva. Lo deja en su casa, lo ayuda a subir hasta el tercer piso y lo deja allí adentro. Se va y se lleva el carro. Se había quedado con las llaves del auto. Era ratero. Mientras tanto el señor golpea sin querer un florero y cae el florero al suelo y se rompe, cae el agua y las flores. Espera sentado en un sillón a que su esposa regrese del trabajo. Pasan unas horas y llega su mujer. Entonces le cuenta que está ciego. Ella llama a un oftalmólogo y pide cita. Entonces se dan cuenta le han robado el carro y las llaves. No encuentran el carro donde lo debió dejar estacionado. Van en taxi al médico. Llegan al consultorio. Ven allí a una chica con gafas oscuras, un niño estrábico con su mamá, un viejo con un parche negro en un ojo. Lo hacen pasar de urgencia al señor ciego. El oftalmólogo lo atiende y no ve nada anormal en su ojo. Parece normal, le dice. Le receta algunos medicamentos y lo despacha. Esa noche comenta con su esposa que vino un paciente que se quedó ciego de repente. Se pone a leer libros de oftalmología de su biblioteca. En eso se da cuenta se ha vuelto ciego él también, y le cuenta a su mujer. Su mujer sí ve bien. Mientras tanto, la esposa del primer ciego se ha vuelto ciega también. El ratero que robó el auto se ha vuelto ciego en la calle y se pone a gritar. Un policía lo trata de ayudar pero queda ciego también. Al día siguiente, el médico oftalmólogo llama a un ministro y le cuenta ha empezado una pandemia de ceguera en la ciudad. El ministro se entera y asigna un manicomio recién construido para que vivan allí hasta que se halle una cura. Así que viene una ambulancia, lo meten con su maleta al médico, su mujer también ha hecho su maleta y sube. “Estoy ciega, yo también”, dice. Así que se van al manicomio. Llegan allá y entran a las instalaciones. La chica de las gafas oscuras del consultorio era prostituta de noche, y se quedó ciega luego de atender a un cliente. Ella también ha sido llevada allí. El señor que quedó ciego primero está con su esposa, ambos ciegos. El señor de la venda negra en un ojo también se ha quedado ciego. El niño estrábico también ha quedado ciego. Así que ellos se instalan en una sala y ocupan camas. Por un altavoz les dicen que les llevarán comida al mediodía. El niño estrábico pregunta por su mamá. La chica de las gafas oscuras lo cuida como si fuera su hijo, le coge cariño. El médico empieza a preguntar cómo se quedaron ciegos. El ratero que le robó el auto también ha sido llevado. Por la voz lo reconoce el primer ciego y se molesta con él. La única que ve es la esposa del médico. Mintió que estaba ciega. Hacen una fila tocándose el hombro entre todos, para avanzar y conocer el local, el baño y los demás lugares. El ratero está detrás de la chica de gafas oscuras. El le coge el hombro pero la manosea los senos, ella le  tira un patadón con su zapato en la pierna  al ratero. Le brota sangre al ratero. Luego, regresan a sus camas. La esposa del médico con el médico le amarran trapos en la herida al ratero. Se duermen. Al día siguiente, entran más ciegos pero se van a otra sala. Entre ellos está el policía que encontró al ratero, el taxista que condujo al primer ciego, la empleada del oftalmólogo, y otros. Al mediodía llega la comida, les dejan las cajas con comida y cogen su comida pero no se llenan. Hay algo de desorden al momento de coger las cajas porque algunos se quieren agarrar más comida. No hay cubiertos, tienen que comer con las manos. Al día siguiente llegan más ciegos, un montón. La capacidad del manicomio era para 150 personas, pero hay 200, y muchos no cogen cama, duermen en el piso. El ratero trata de escapar del manicomio y lo matan los soldados. El médico y otros ciegos lo entierran en una parte de jardín. De una de las salas aparece un ciego que da órdenes y dispara una pistola. Dice que tienen que darle de todas las salas sus objetos de valor, relojes, joyas, dinero, y a cambio les darán comida, porque él con su sala, se están apropiando de toda la comida. Así que el médico, su esposa y los demás, todos pone sus relojes y joyas en bolsas que envían al ciego con pistola. Este les da comida, pero poca. Así están un tiempo. Luego el ciego con pistola empieza a pedir que le envíen: “Mujeres” para los varones de su sala. Así que las mujeres van a tener sexo con ellos, va la chica con gafas, la esposa del médico va con unas tijeras que se trajo, van las demás mujeres. En esa sala del pistolero habían puesto cuatro camas en la puerta que impedían el paso de los de afuera. Pero cuando se anuncian que están ellas, mueven las camas y tienen sexo con ellas. La mujer del médico quiere matar al pistolero pero no se atreve. Ella es la única que ve. Ve que hay un ciego de nacimiento que escribe en Sistema Braille y anota inventario de la comida y las joyas. Otro día la mujer del médico va con sus tijeras cuando entra otro grupo de mujeres de otra sala a la sala del pistolero. Se mete, y cuando el pistolero está teniendo sexo con una mujer, le corta el cuello con las tijeras que son grandes. Lo mata. Se dan cuenta los demás ciegos que lo han matado. Ella se aleja. El ciego de nacimiento se acerca y le quita la pistola y las balas y dice algunas palabras amenazando a la que ha matado que la buscará para matarla. Hace algunos disparos pero no la ve. Ella se va a su sala. No les quieren enviar comida dos días los de esa sala. Algunos ciegos quieren huir y los soldados matan a los que intentan huir. Otros los entierran. El ciego de la venda negra en el ojo tiene una radio pequeña a pilas. La enciende. Escuchan diversas noticias. Y otro día escuchan que el locutor de la radio dice: No veo. No veo nada. Y todos los de la radio no ven. La esposa del médico coge su encendedor y en la noche se acerca a la sala del pistolero muerto, donde tenían la pistola, y a las camas con frazadas les prende fuego, a cada una, pronto toda esa sala está llena de humo y de fuego. Empiezan a morir los ciegos de esa sala. Pero el humo satura el edificio, no pueden respirar bien. Así que el grupo del médico salen todos en fila a buscar aire al patio y quieren hablar con los soldados, pero encuentran que la puerta está abierta, y no hay soldados. “Somos libres” dicen. Y se escapan todos. El grupo del médico están juntos guiados por la esposa del médico. Esperan que termine de amanecer. Y van a la casa de la chica con gafas, que vivía con sus padres. Ella le dice la dirección a la esposa del médico. Llegan y suben al segundo piso, tocan la puerta y no atiende nadie. Bajan al primer piso. En la calle todos estaban ciegos discutiendo. En una casa del primer piso tocan, abre una vecina, y está ciega pero le preguntan por los padres de la chica de gafas. Dice se los llevaron porque se quedaron ciegos. Ella todavía veía y se salvó porque se escondió en el segundo piso, en un rincón. Logró entrar por la otra puerta. Les explica que pueden entrar por la otra puerta, está con las llaves puestas. Le pregunta qué ha comido ella para vivir. Ella les dice que ha comido conejos y gallinas que criaban allí. Primero trataba de cocinarlos pero luego aprendió a comer carne cruda y se acostumbró. El grupo le agradece y suben al segundo piso. Allí descansan un rato, pero no hay comida, y deciden ir a casa del médico. Antes, la esposa del médico, les dice puede ir al supermercado a buscar comida, debe haber allá. Se va, y encuentra gente ciega peleando por la comida en los pasillos, ella baja al almacén y encuentra comida, la mete en bolsas, encuentra cajas de fósforos también, coge varias, Con dos bolsas de comida se va de allí y la lleva a sus amigos. Luego se van a la casa del médico. Por las plazas escuchan la gente ciega discutiendo sobre multitud de temas. Llegan a la casa del médico, y la esposa les pide dejen sus zapatos para lavarlos en una bolsa, entren sin zapatos. Se quiten la ropa, para lavarla. No hay luz ni agua en todo el país. Les trae ropa de ella y su esposo. Se ponen ropa todos. Y se sientan en la sala. En la noche llueve, y la esposa del médico sale al patio, pone bateas para recolectar el agua de la lluvia. La chica de gafas y la esposa del primer ciego se despiertan y van con ella al patio, allí, ella les dice que deben desnudarse para bañarse con el agua de la lluvia, y además pueden lavar la ropa y los zapatos. Lavan todo con agua de la lluvia. Se ponen ropa luego. Y de día les dicen a los hombres se bañen. Comen la comida que tienen. La esposa del médico dice irá al supermercado a traer más comida, pero el médico le dice irá con ella. Van juntos caminando. Llegan al supermercado, bajan al sótano, y huelen un olor  a muertos. La esposa le dice ve un montón de muertos en la escalera, seguro bajaron a coger comida pero se cayeron y no pudieron escapar. Se pone a vomitar. No puede seguir allí. Su esposo le dice tendrán que buscar en otro lugar. No les puedo seguir contando para que no pierdan la emoción de leer esta magnífica novela. El final es inesperado. Esta novela ha dado origen a la película “Ceguera”. El autor, José Saramago, escribió su primera novela en 1947, tuvo críticas estimulantes, pero no publicó sino hasta 1982, su legendaria novela “Memorial del convento”, con ello llegó la celebridad y el reconocimiento internacional. Sus demás novelas son puros bestsellers. Escribe bien interesante. Por eso ganó el Premio Nobel.