El Juego del Angel
He terminado de leer la novela “El Juego del Angel” del
escritor Carlos Ruiz Zafón. Sobre este escritor podemos contar que Carlos Ruiz
Zafón en el año 2001 publicó “La sombra del viento” , que se transformó en un
fenómeno literario internacional. Sus obras han sido traducidas a más de
cuarenta lenguas y han conquistado numerosos premios y millones de lectores en
los cinco continentes. Esta novela, “El Juego del Angel” inicia narrando la historia
de un joven David Martin que trabaja en un periódico, “La Voz de la Industria”
en 1917. Una noche, el subdirector del periódico, Don Basilio Moragas, lo llama
al joven David Martin. Le dice le han contado que Martin escribe, le pregunta
qué escribe. David Martin le dice que historias policiacas. Entonces Don
Basilio le dice que Pedro Vidal, el dueño del periódico, le ha recomendado a
David Martin que le había mostrado algunos escritos, diciéndole que tenía
talento para ser escritor y había que apoyarlo. Pedro Vidal procedía de una
familia que se habían hecho ricos con la industria del azúcar en América, luego
habían invertido en electrificar Barcelona y ahora tenían bancos y el
periódico. Vidal era feliz escribiendo editoriales para su periódico, y algunas
novelas. Don Basilio le dice a David Martín que la contraportada del diario
necesita una historia que contar. Van a publicar allí la publicidad de fajas
hechas de hueso de ballena, y el artículo que iban a publicar allí por razones
de fuerza mayor no se puede publicar. Le da seis horas para que invente una
historia, un cuento, se lo traiga y lo publiquen. De ahora en adelante
trabajará como escritor de novelas para el diario, pero las novelas saldrán con
seudónimo. David Martin sabía que el chofer de Pedro Vidal, Manuel Sagnier,
había estado en la cárcel y cuando salió solo conseguía trabajo descargando
sacos y cajas en los muelles, pero una vez le salvó la vida a Pedro Vidal de
morir atropellado por un tranvía. Entonces Pedro Vidal lo contrató como chofer
de su nuevo auto. Manuel tenía una hija, Cristina Sagnier, muy bonita. Ella se
había educado con los hijos de Pedro Vidal. A David Martin Le gustaba Cristina.
David Martin habla con don Pedro Vidal, y éste le dice le ayudará a encontrar
un mejor lugar donde vivir. David Martín vivía en un cuartito del periódico,
que se lo habían cedido. El chofer Manuel llevaba a Cristina consigo porque era
secretaria de don Pedro Vidal. David Martín había tenido un padre que había
luchado en la guerra de Filipinas, y solo sabía matar hombres en la guerra. Su
esposa lo abandonó a los dos años de regresar a España. David Martin se quedó
solo con su papá. Unos delincuentes le dispararon a su papá y lo mataron una
vez. Antes su papá había conseguido trabajo como vigilante nocturno en “La Voz
de la Industria”, y por eso David Martín había conseguido trabajar como
ayudante y luego como periodista allí. David Martín recibe una carta de una
admiradora que le pide la busque en tal dirección, que ha leído sus novelas y
le gustan mucho, es su admiradora. Le cuenta a Vidal, este le dice debe ser
prostituta, por el local. David Martín va allí y la busca a Chleoé y tiene sexo
con ella. Al día siguiente se va. Pero a la noche siguiente regresa y ve el
local está vacío, pregunta y le dicen se incendió hace 12 años. Nadie vive
allí. David Martin se queda confundido. Vidal le consigue una casa antigua para
David Martin, es grande y la alquila por diez años a un precio bajo, porque
corría la voz estaba embrujada. David Martin sigue escribiendo novelas y se va
haciendo conocido en el círculo del periódico. Un día lo despiden. Se encuentra
con Vidal y éste le dice él lo ha mandado despedir porque lo ha recomendado con
una editorial importante, para que escriba novelas solo para ellos. David Martin
firma contrato con ellos por seis años. Le pagan bien. Un día David Martin
recibe una carta de un tal Andres Corelli, dice ser dueño de una editorial
francesa, Editions de la Lumiére. Dice ser su admirador y le envía un libro de
regalo, “Grandes esperanzas”. David Martin va a la librería del señor Sampere
para preguntarle por el libro, si es el mismo que él leía de joven, y Sampere
le confirma. Con el librero Gustavo Barceló le dice podrán averiguar más de
Andres Corelli y de su editorial. En los meses siguientes, David Martin se
cruza con Cristina Sagnier y hacen amistad. Un día, David Martin la invita a
comer a su casa a Cristina. Ella acepta. Y va al día siguiente a las 4 en punto
de la tarde. Conversan y ella le dice está preocupada por Pedro Vidal. Su
novela que escribe no va bien, y le pregunta a David Martin si la pueden
corregir ellos, mejorarla no cambiarla, sin que don Pedro se dé cuenta. Varios
día se dan a esa tarea, Cristina le trae escritos de Vidal, y David Martin los
va corrigiendo, Cristina los tipea en la máquina de escribir. Una noche, David
Martin no puede dormir y sale a tomar un paseo por la calle, pero se desmaya.
Al día siguiente, se despierta y nota le han robado dinero, y lo han dejado
tirado en la puerta del Hotel Ritz. Va a un parque y se sienta. Un señor
sentado cerca le habla. Es Andres Corelli. Le
dice su petición, que escriba un libro a encargo por un año para su
editorial francesa, en español, y le adelantará 100 000 francos. David Martin
le dice lo pensará. Se va a su casa y manda llamar un médico, éste lo revisa y
le dice tiene un carcinoma. Le echa un año de vida o dos. David Martin le dice
no se puede morir, tiene muchas cosas que hacer todavía. Una tienda de
ultramarinos le aprovisionaba de víveres a David Martín. La hija de los dueños,
una muchacha, le traía los alimentos a su casa. El le pagaba y le daba propina
para ella. Cristina Sagnier dejó de acudir con la novela a su casa de David
Martin. El nuevo chofer de Vidal, Pep, le avisa a David Martin que el chofer
Manuel ha sufrido un aneurisma que lo ha dejado inválido. Cristina había ido
con un álbum de fotos a cuidarlo al sanatorio, un lugar llamado Villa San
Antonio. Todo era a cuenta del señor Vidal. Pasados unos días, Pep viene y le
cuenta a David Martin que el señor Manuel ha muerto. Cristina vendrá en el
tren. Pep tiene orden de recogerla, pero David Martin le dice él la recogerá.
Pep acepta. David Martin va al tren y espera. Llega el tren y la encuentra. La
hace bajar. La invita a su casa. Ella le muestra su álbum de fotos mientras
conversan. Luego, tienen sexo, mientras David Martin piensa será la única vez
tal vez. Al día siguiente, ella ya no estaba. David Martin va donde la
editorial a decir que no quiere seguir escribiendo para ellos. Va a aceptar
otra propuesta. Los editores le dicen tienen un contrato. David Martin les
dice: “En una semana usted y el imbécil de su socio estarán muertos”. Luego
piensa por qué les ha dicho eso. Y se va. Sale publicada la novela de Pedro
Vidal y todos los medios de comunicación la publicitan como excelente, aunque
David Martin sabe él la ha escrito. Y sale publicada su novela de David Martin
a la cual le hacen mala crítica. Vidal lo invita a un almuerzo a David Martin.
Y entonces habla con David Martin y le confiesa dos verdades. La primera, que
los que mataron a su padre en realidad lo confundieron con él, con Pedro Vidal,
que tuvo un lío de faldas con la esposa de un antiguo socio de su padre. Y la
segunda, Pedro Vidal le ha pedido a Cristina que se case con él. Y ella ha aceptado.
David Martin coge un ejemplar del libro Los pasos del cielo, y se lo lleva. Se
va. Va donde la librería de Sampere. Habla con él y le dice quiere esconder el
libro. Sampere lo lleva donde Isaac, al Cementerio de los libros olvidados.
Allí, deja su libro guardado, y coge otro titulado “Lux Aeterna”. Las iniciales
son D.M., iguales a las de él. Se lo lleva. Al llegar a su casa encuentra una
carta de Andreas Corelli, donde lo invita a conversar en determinada fecha,
hora y lugar. Pasada una semana se casaron Pedro Vidal con Cristina Sagnier.
David Martin no asistió. El día señalado fue donde Andreas Corelli. Conversa
con él y ve que Andres tiene un broche en su solapa, es de un ángel de plata.
Cuando Martin le pregunta de dónde es, le dice es un recuerdo de familia. Luego
le renueva su oferta de que le escriba un libro sobre un tema que él le dará, y
le pagará 100 000 francos. Martin le hace saber que lo visitaron los abogados
de la editorial para la que trabaja. Andreas le dice sus abogados son más
poderosos. Le dice también que debe crear una religión para él, en su libro. Le
entrega un sobre con cien mil francos, en efectivo. Le dice al terminar el
libro, le pagará cincuenta mil francos adicionales. Se queda a dormir David
Martin. Al día siguiente se va. Lee los periódicos en la calle y lee sobre un
incendio en la editorial para la que trabajaba. Ha muerto uno de los editores,
el otro está grave. Va a la editorial y averigua, una empleada le cuenta ella
se salvó de morir porque era tarde y sus jefes, los editores, la enviaron a su
casa a dormir. Tres policías se acercan donde David Martin, un inspector
Grandes se presenta, y le dice tiene a sus colegas Marcos y Castelo. Grandes le
dice que vayan a un café a conversar. Allí le hacen preguntas de donde estuvo anoche,
David Martin les cuenta que conversó con otro editor francés, que quiere le
escriba un libro. Grandes le dice que él predijo que en una semana estarían
muertos los editores de la editorial española. Martin les dice que lo dijo sin
pensar. Lo dejan ir. David Martin va a la librería de Sempere. Lo saluda y
conversan del incendio. Luego, Sempere le habla de una muchacha Isabella, que
le ha dejado unos manuscritos, veinte o treinta páginas, para que él las lea y
le de su opinión. Quiere ser escritora. Dice que David Martin ya la conoce.
Martin le dice no conoce a ninguna Isabella. En la puerta de su casa lo espera
Grandes y le avisa ha muerto el otro editor. Ahora David Martin es libre, ya no
está atado legalmente a escribir para la editorial española. En la noche,
Martin lee el libro “Lux Aeterna” y se da cuenta narra historias sobre almas en
pena, sospecha el autor es un enfermo mental. Luego se duerme. Al día
siguiente, en la mañana, pone una página en blanco en la máquina de escribir
Underwood que encontró allí cuando alquiló la casa. Escribe una oración y se da
cuenta que es la misma letra del libro. Lux Aeterna fue escrito en esa máquina
de escribir. Al día siguiente, David Martin va a tomar desayuno a un lugar
cercano a su casa y ve una chica que lo mira desde la iglesia. Le dice al mozo
la llame, que él la invita a comer. Resulta que ella era Isabella, una muchacha
de diecisiete años. Entonces ella le dice que sí la conoce, que ella era la
niña que le llevaba la comida a su casa, y él le daba propinas. Martin le
pregunta qué hacía con las propinas que le daba. Ella le dice se compraba
libros en la librería de Sampere. Ella le dice que quiere que él lea sus
escritos y le de su opinión. Al día siguiente le lleva sus escritos y se
convierte en su asistente de David Martin. Ella ordena y limpia la casa. La
noche siguiente, David Martin visita varios bares y degusta licores. Se queda
borracho y así regresa a su casa, encuentra en la puerta a Isabella. Ella lo
ayuda a entrar en su casa y lo acuesta. Al día siguiente le prepara un café
cargado. Luego ella le dice hay una carta para él debajo de la puerta de calle.
Es de un Andreas Corelli. El la lee. Quiere encontrarse con él de nuevo esa
noche. Isabella se va. En la noche, David Martin acude a la cita con Andreas
Corelli. Conversan sobre el tema de la novela. Lo lleva de regreso a su casa un
chofer en un auto a David Martin. Entra en su casa y abre las ventanas del
estudio. Y ve a Isabella durmiendo en la calle, y ve dos hombres acercarse a
ella. Uno con una cuchilla la hiere en el cuello, el otro le levanta la falda,
ella grita. David Martin baja en un minuto y coge una barra metálica, la
defiende y le da sus llaves a ella para que vaya a su casa. Los hombres huyen.
David Martin regresa a su casa y acepta que viva con él por un tiempo. Otro día
va donde la librería de Gustavo Barceló para comprar una Biblia. Barceló le
cuenta que en su viaje a París, averiguó sobre la Editions de la Lumiére. Dicen
se quemó en 1914. Andreas Corelli murió un tiempo después. Le contaron también
de un escritor que fue contratado por Corelli para escribir un libro de
religión. El escritor no pudo escribir un buen libro y se suicidó. Luego, David
Martin regresa a su casa. Allí, conversa con Isabella que le dice ha encontrado
papeles de un tal Diego Marlasca, debe ser el que vivió antes allí en esa casa.
Ha encontrado una lata con fotos también. Miran las fotos y David Martin
reconoce a una actriz de hacía años, Irene Sabino. También ve la foto de
Andreas Corelli. Se asusta un poco. Al día siguiente, David Martin empieza a
investigar por todos lados, sobre Diego Marlasca, sobre el abogado que hizo la
venta de la casa, etc. Y la investigación le hace conocer a muchas personas,
empiezan a morir después que las visita él. No les puedo seguir contando, es
mejor que la lean y se enteren de todo. Una pista. Marlasca sigue vivo. Fue
contratado para escribir un libro sobre una nueva religión. El final es
inesperado.