Los ríos profundos
He terminado de leer
la novela titulada “Los ríos profundos” del escritor peruano José María
Arguedas. La novela narra la historia de Enrique, un joven adolescente que
viaja con su papá que es abogado al Cusco para visitar a un tío de su papá. Su
padre le va diciendo es un hombre malo aquel tío. Lo visitan en el Cusco.
Luego, su papá consigue un trabajo lejos, y envía a Enrique a estudiar su
secundaria en un colegio de Abancay. Así es que llega al colegio Enrique y lo
llaman el forastero. Se hace de amigos. Juegan al trompo, al que llaman
Zumbayllo. Hay dos chicos malos en su colegio, Lleras y Añuco. El colegio
quedaba cerca de un río el Pachachaca. Había una mujer loca que vivía por la
zona de la cocina del colegio, le llamaban la Opa. El Lleras y Añuco le levantan
el vestido a la Opa y se la ofrecen a Palacitos, un alumno joven. El Palacitos
no quiere tener nada con ella. Se burlan de él los otros dos. Un alumno,
Antero, juegan bien al trompo y le regala un trompo a Enrique, un Zumbayllo muy
bueno. Tenían día de salida los sábados, pero Enrique no siempre salía porque
su papá no estaba en la ciudad. Una noche, mujeres vienen a la zona reclamando
sal y traen costales de sal. Habían robado sal. Eran mujeres que vivían del
negocio de la venta de chicha, les llamaban chicheras. En el colegio la mayoría
de chicos hablaban quechua, o lo entendían al menos. Eran pocos los que no lo
hablaban. A Enrique le gustaba cuando cantaban en quechua. Esa noche del robo
de sal, Enrique salió a la calle y se fue con las chicheras caminando con la
sal. Fue hasta una zona un poco lejos a pie con ellas. Se encontró con un
músico que había conocido mas pequeño, amigo de su papá, y se acordaba de él.
Este le cuenta cosas de su trabajo. Pero luego los del colegio lo mandan buscar
y lo traen de regreso a Enrique. Le pegan con fuste un rato por fugarse. Luego
lo mandan acostar porque es de noche. Enrique se da cuenta de cómo viven los
indios en Abancay. Y se compenetra con ellos. Pero algunos de sus compañeros le
dicen es un indio blanco, porque era de piel blanca con ojos azules. Pero sus
rasgos no eran de persona blanca netamente. De repente aparece una peste por
Abancay, nadie sale de sus casas por temor a contagiarse. Había un chico en el
colegio, Peluca, le decían. A él le gustaba la Opa. Quería tener sexo con ella,
pero no podía porque las cocineras la cuidaban. Una noche le avisan a Enrique
que la Opa está enferma parece. El tenía buenas relaciones con las cocineras y
lo dejan verla. La Opa está en cama, y tiene piojos en el pelo. Muere. Suponen
de la peste. El director del colegio ve cuando Enrique la carga para llevarla a
otro sitio del colegio. Le ordena dejarla. El director, con dos hombres, la
cargan con frazadas y sabanas a la Opa muerta y la llevan cargando a otro
lugar. Luego de un rato, la examinan y el director dice la Opa murió de paro
cardiaco, no de la peste. A Enrique le ponen kreso en el pelo, se lo mojan y le
ponen una toalla en la cabeza. Lo desnudan y lo meten en su cuarto bajo la
frazada. Le dicen es para prevenir por si la Opa le había contagiado la peste.
El portero, antes de irse del pueblo, le había contado a Enrique que él sí
había tenido sexo con la Opa y que tenía fiebre, iría a morir a su pueblo.
Enrique está en su cuarto y le han echado llave. En un momento, alguien debajo
de su puerta le pone dos monedas de un sol de oro y un papel. Es Palacitos. Se
despide de él a través de la puerta en voz baja. Le dice ha terminado sus
estudios secundarios y se va con su papá. Se va. Enrique recoge los dos soles
de oro, y el papel que dice que si está sano se lo gaste y lo utilice para
medicinas si está enfermo. Enrique se había hecho querer entre sus amigos.
Antes, al Lleras, que había jugado fútbol con los profesores y alumnos, había
insultado a un padre negro. Le había dicho negro de mierda. El padre negro le
rompió la nariz. Expulsaron al Lleras del colegio. Enrique se pone bien de
salud, no tenía la peste. El director del colegio decide enviarlo donde su tío
del Cusco. Su papá de Enrique lo había recomendado para que fuera allá. El
también iba a ir allá. Puede irse a pie si le indican la ruta. Era fin del año
escolar. Y entonces Enrique sale para ir al Cusco a pie. Allí termina la
novela. Algunos detalles son que Antero le pide a Enrique que le escriba una
carta de amor para su amada Alcira. La novela hace uso de intensa descripción
de la naturaleza del lugar. Espero les guste. Se la pueden comprar. Hay varias
partes en que usan quechua para terminar la conversación.