La Fugitiva
He terminado de leer
la novela titulada “La Fugitiva”, es el tomo 6 de la colección En Busca del
tiempo perdido, del genial escritor francés Marcel Proust. Empieza cuando la
ama de llaves Francisca, le dice al personaje Marcel que Albertina se ha
marchado llevándose sus baúles de ropa. El personaje siente que la quiere a
Albertina. Lee su carta de despedida que le ha dejado. Sospecha que Albertina
ha ido a casa de su tía en Turena. Manda llamar a su amigo Saint-Loup que
estaba en París. Le pide que vaya en busca de Albertina que se ha ido. Le da
una foto de ella. Saint-Loup se va a la dirección de la tía de Albertina.
Mientras tanto, el personaje Marcel recibe una citación de la policía por parte
de los padres de una chica que había mandado ir una hora a su casa. Lo acusan
de corrupción de menores. Les ofrece 500 francos. El comisario lo declara
inocente. Se van todos de la comisaría. Pasan cuatro días desde que se marchó
Albertina y Marcel la extraña mucho. Recuerda sus paseos en las noches, sus
visitas, sus salidas al campo. Recibe un telegrama de Saint-Loup en que le dice
ha visto a Albertina en casa de su tía, pero ella lo ha visto. Albertina le
envía un telegrama al personaje donde le pide le escriba directamente si quiere
que vuelva. El le contesta y le cuenta su mamá de él había aprobado su
matrimonio con Albertina. Iba a avisarle él eso a ella al día siguiente de
cuando ella se marchó. Le pensaba mandar fabricar un auto Rolls Royce y
comprarle un yate de cuatrocientos mil francos. El yate de nombre “El cisne”.
Le envía la carta. Analiza luego su vida y la compara con la del señor Swann
que ya murió y Odette. La señora Swann es ahora una viuda rica. Un tío de
Gilberta Swann ha muerto y le ha dejado toda su fortuna a Gilberta. Ahora
Gilberta hereda una fortuna de 100 millones de francos. Es la quinta mujer más
rica de toda Francia. Albertina le envía otra carta donde le dice le agradó el
último paseo en que salieron juntos. El personaje le envía una carta a
Albertina donde le dice piensa invitar a ir a vivir a su amiga Andrea a vivir
con él, porque Andrea se parece a Albertina. Luego, regresa Saint-Loup. El
personaje Marcel lo ve conversando a Saint-Loup con un criado donde le da
consejos de cómo hacer para que lo despidan sus patrones, le enseña cómo mentir,
cómo equivocarse. Parece el criado no tenía valor para renunciar y quería ser
despedido. El personaje Marcel se forma mala impresión de Saint-Loup. Habla con
él luego y Saint-Loup le cuenta le dijeron en la casa de su tía no estaba
Albertina, pero sí estaba, y también escuchó cantar a Albertina. El personaje
se siente mal porque piensa ella es feliz sin él. El personaje le envía un
telegrama a Albertina donde le pide que vuelva en las condiciones que fueran.
Recibe un telegrama de Madame de Bontemps, la tía de Albertina donde le avisa
Albertina ha caído del caballo y se ha golpeado contra un árbol, ha muerto a
pesar de los cuidados. Se pone triste Marcel porque se da cuenta la quería de
verdad. Recibe luego dos cartas de Albertina, seguro antes de morir las
escribió. En la primera la felicita por elegir a Andrea, es buena amiga suya.
Está segura que aceptará encantada. Si opusiera dificultad que le telegrafíe y
ella la convencerá de aceptar. En la segunda carta le dice que, si él lo
decide, ella tomará el tren de manera inmediata. Al finalizar la carta le pone:
“Tuya de todo corazón, Albertina”. El personaje se siente muy afectado por la
muerte de Albertina. Manda a un criado, Amado, a que viaje a Balbec para
averiguar las costumbres de Albertina cuando iba a los baños. Amado va y
averigua que Albertina se encerraba tres horas con una señora mayor, y luego se
encerraba con amigas jovencitas. Esto le hace sospechar al personaje Marcel que
Albertina podía ser lesbiana. Luego envía a Amado a averiguar con las lavanderas
de las costumbres de Albertina. Averigua que Albertina con sus amigas y las
lavanderas se desnudaban para nadar en el río, luego se echaban en el pasto
desnudas y dormían. Después se ponían su ropa y volvían a la ciudad. También
jugaban desnudas. Saber esto lo pone más triste al personaje Marcel. Le
presentan una chica rubia muy bonita. Es mademoisille Forcheville. Un señor
Forcheville, de mucho dinero, se ha casado con Odette cuando murió Swann y
adoptó como hija a Gilberta para darle buen prestigio. Se la vuelven a
presentar a Gilberta, y ella lo aprecia mucho. El personaje Marcel busca y
conversa con Andrea, la amiga de Albertina. Esta le dice practicaban algunas
costumbres con Albertina, pero no le dice cuáles. También le dice que luego que
Albertina se fue a vivir con él dejó de frecuentarlas y dejó de lado dichas
costumbres. La mamá del personaje Marcel, lo convence para que viaje a Venecia.
Así que viajan y pasean en góndolas. Observa las casas sobre el mármol junto al
Gran Puente. Encuentra en Venecia algunas amistades de la nobleza de Francia,
de su círculo de amistades. Andrea le había dicho también que la tía de
Albertina la quería juntar con otro joven. Estando en Venecia, el personaje
Marcel, recibe un telegrama que dice: “Querido amigo: me crees muerta,
perdóname, estoy bien viva; quisiera verte, hablarte de casamiento, ¿cuándo
volverás? Cariñosamente, Albertina”. Pero el personaje Marcel había hecho morir
su amor por Albertina y había tratado de olvidarla. Luego de unos días más en
Venecia, su mamá le dice que regresen a Francia. Marcel trata de quedarse, pero
en el último momento toma el tren con su mamá. Conocen una señora austríaca con
su hija. Leen las cartas que les han entregado. Gilberta le ha enviado una
carta a Marcel donde le cuenta que se casa con Roberto Saint-Loup. Se entera
también de la boda de Legrandin, un vecino, con la sobrina del bodeguero
Jupién. Llegan a su casa. En la boda de Gilberta, todos los nuevos le piden al
personaje Marcel les presente a su amigo Saint-Loup, todos lo quieren conocer.
Ya casados, Gilberta y Saint-Loup dan fiestas a lo grande en su casa. Gilberta
queda embarazada. A Marcel su criado, Amado, le cuenta que sospechan Saint-Loup
le gustan los hombres. Le cuentan se encierra con el violinista Charlie Morel.
Marcel se pone triste porque él nunca deseó esas cosas para su amigo
Saint-Loup. Lean la obra. Les gustará.