jueves, 23 de enero de 2020


La Fugitiva

He terminado de leer la novela titulada “La Fugitiva”, es el tomo 6 de la colección En Busca del tiempo perdido, del genial escritor francés Marcel Proust. Empieza cuando la ama de llaves Francisca, le dice al personaje Marcel que Albertina se ha marchado llevándose sus baúles de ropa. El personaje siente que la quiere a Albertina. Lee su carta de despedida que le ha dejado. Sospecha que Albertina ha ido a casa de su tía en Turena. Manda llamar a su amigo Saint-Loup que estaba en París. Le pide que vaya en busca de Albertina que se ha ido. Le da una foto de ella. Saint-Loup se va a la dirección de la tía de Albertina. Mientras tanto, el personaje Marcel recibe una citación de la policía por parte de los padres de una chica que había mandado ir una hora a su casa. Lo acusan de corrupción de menores. Les ofrece 500 francos. El comisario lo declara inocente. Se van todos de la comisaría. Pasan cuatro días desde que se marchó Albertina y Marcel la extraña mucho. Recuerda sus paseos en las noches, sus visitas, sus salidas al campo. Recibe un telegrama de Saint-Loup en que le dice ha visto a Albertina en casa de su tía, pero ella lo ha visto. Albertina le envía un telegrama al personaje donde le pide le escriba directamente si quiere que vuelva. El le contesta y le cuenta su mamá de él había aprobado su matrimonio con Albertina. Iba a avisarle él eso a ella al día siguiente de cuando ella se marchó. Le pensaba mandar fabricar un auto Rolls Royce y comprarle un yate de cuatrocientos mil francos. El yate de nombre “El cisne”. Le envía la carta. Analiza luego su vida y la compara con la del señor Swann que ya murió y Odette. La señora Swann es ahora una viuda rica. Un tío de Gilberta Swann ha muerto y le ha dejado toda su fortuna a Gilberta. Ahora Gilberta hereda una fortuna de 100 millones de francos. Es la quinta mujer más rica de toda Francia. Albertina le envía otra carta donde le dice le agradó el último paseo en que salieron juntos. El personaje le envía una carta a Albertina donde le dice piensa invitar a ir a vivir a su amiga Andrea a vivir con él, porque Andrea se parece a Albertina. Luego, regresa Saint-Loup. El personaje Marcel lo ve conversando a Saint-Loup con un criado donde le da consejos de cómo hacer para que lo despidan sus patrones, le enseña cómo mentir, cómo equivocarse. Parece el criado no tenía valor para renunciar y quería ser despedido. El personaje Marcel se forma mala impresión de Saint-Loup. Habla con él luego y Saint-Loup le cuenta le dijeron en la casa de su tía no estaba Albertina, pero sí estaba, y también escuchó cantar a Albertina. El personaje se siente mal porque piensa ella es feliz sin él. El personaje le envía un telegrama a Albertina donde le pide que vuelva en las condiciones que fueran. Recibe un telegrama de Madame de Bontemps, la tía de Albertina donde le avisa Albertina ha caído del caballo y se ha golpeado contra un árbol, ha muerto a pesar de los cuidados. Se pone triste Marcel porque se da cuenta la quería de verdad. Recibe luego dos cartas de Albertina, seguro antes de morir las escribió. En la primera la felicita por elegir a Andrea, es buena amiga suya. Está segura que aceptará encantada. Si opusiera dificultad que le telegrafíe y ella la convencerá de aceptar. En la segunda carta le dice que, si él lo decide, ella tomará el tren de manera inmediata. Al finalizar la carta le pone: “Tuya de todo corazón, Albertina”. El personaje se siente muy afectado por la muerte de Albertina. Manda a un criado, Amado, a que viaje a Balbec para averiguar las costumbres de Albertina cuando iba a los baños. Amado va y averigua que Albertina se encerraba tres horas con una señora mayor, y luego se encerraba con amigas jovencitas. Esto le hace sospechar al personaje Marcel que Albertina podía ser lesbiana. Luego envía a Amado a averiguar con las lavanderas de las costumbres de Albertina. Averigua que Albertina con sus amigas y las lavanderas se desnudaban para nadar en el río, luego se echaban en el pasto desnudas y dormían. Después se ponían su ropa y volvían a la ciudad. También jugaban desnudas. Saber esto lo pone más triste al personaje Marcel. Le presentan una chica rubia muy bonita. Es mademoisille Forcheville. Un señor Forcheville, de mucho dinero, se ha casado con Odette cuando murió Swann y adoptó como hija a Gilberta para darle buen prestigio. Se la vuelven a presentar a Gilberta, y ella lo aprecia mucho. El personaje Marcel busca y conversa con Andrea, la amiga de Albertina. Esta le dice practicaban algunas costumbres con Albertina, pero no le dice cuáles. También le dice que luego que Albertina se fue a vivir con él dejó de frecuentarlas y dejó de lado dichas costumbres. La mamá del personaje Marcel, lo convence para que viaje a Venecia. Así que viajan y pasean en góndolas. Observa las casas sobre el mármol junto al Gran Puente. Encuentra en Venecia algunas amistades de la nobleza de Francia, de su círculo de amistades. Andrea le había dicho también que la tía de Albertina la quería juntar con otro joven. Estando en Venecia, el personaje Marcel, recibe un telegrama que dice: “Querido amigo: me crees muerta, perdóname, estoy bien viva; quisiera verte, hablarte de casamiento, ¿cuándo volverás? Cariñosamente, Albertina”. Pero el personaje Marcel había hecho morir su amor por Albertina y había tratado de olvidarla. Luego de unos días más en Venecia, su mamá le dice que regresen a Francia. Marcel trata de quedarse, pero en el último momento toma el tren con su mamá. Conocen una señora austríaca con su hija. Leen las cartas que les han entregado. Gilberta le ha enviado una carta a Marcel donde le cuenta que se casa con Roberto Saint-Loup. Se entera también de la boda de Legrandin, un vecino, con la sobrina del bodeguero Jupién. Llegan a su casa. En la boda de Gilberta, todos los nuevos le piden al personaje Marcel les presente a su amigo Saint-Loup, todos lo quieren conocer. Ya casados, Gilberta y Saint-Loup dan fiestas a lo grande en su casa. Gilberta queda embarazada. A Marcel su criado, Amado, le cuenta que sospechan Saint-Loup le gustan los hombres. Le cuentan se encierra con el violinista Charlie Morel. Marcel se pone triste porque él nunca deseó esas cosas para su amigo Saint-Loup. Lean la obra. Les gustará.



viernes, 10 de enero de 2020


La campesina

He terminado de leer la novela titulada “La campesina” del autor Alberto Moravia. Es una novela que narra todo en primera persona por la campesina llamada Cesira. Ella salió de su pueblo natal para ir a Roma y casarse con un viejo. En su pueblo era hija de campesinos. En Roma, el viejo tenía una tienda de pastas y abarrotes. Tuvo una hija del viejo, le puso de nombre Rosetta. La hija le salió muy bonita. Creció sana y ya tenía 18 años, era bustona, de cara bonita y buenas piernas. Cesira la cuidaba mucho. Su marido le engañaba con otras mujeres. Luego, el viejo se enfermó y murió. Cesira hizo muchos negocios de estraperlo, es decir, compraba barato en su pueblo y vendía caro en la ciudad. Los años de 1940, 1941, 1942 y 1943 fueron años de mucha ganancia de dinero para Cesira. Estaban en guerra pero no llegaban a Roma los alemanes. Hasta que les avisaron que venían los alemanes. Fugaron de Roma, encargaron el cuidado de su tienda y casa a un vecino de confianza. Este, antes la violó a Cesira pero ella se dejó. Hubo muchos hombres que se le declaraban a Cesira pero no hizo caso a ninguno. Para ella su hija y su negocio eran lo primero. Se fue a las montañas y consiguió asilo en una casa de montaña. Vivían una pareja de campesinos, comían queso y carne de cabra. Tenían dos hijos jóvenes que se habían escapado de ir al frente de batalla. Cesira había llevado todo su dinero, era mucho dinero. Pagaba bien por eso estuvo un tiempo con ellos. Ese pueblo se llamaba Fondi. Luego, les avisaron que los alemanes seguían avanzando. Así que partieron mas lejos a las montañas del fondo. Llegaron a un lugar donde pudieron encontrar alojamiento en la planta de hilandería artesanal, donde una familia fabricaba la tela para su ropa. Era ropa de lino que crecía allí. Era ropa de mala calidad pero había esa tela y algo que ponerse. Cesira llevaba mucho dinero, le cobraban caro pero podía pagar. Un amigo comerciante le trajo abundantes provisiones, manteca de cerdo, carne de cabra, harina, habichuelas, etc. Le pagó a él. Como de día fabricaban ropa la dueña de casa y otras mujeres en ese cuarto, hacían ruido, y Cesira y Rosetta no podían descansar. Había un vecino Filippo, que les invitaba a comer a su casa a veces. Era buena persona y tenía un hijo joven que había seguido estudios de doctorado en Letras. Sabía de Filosofía también. Enseñaba en tiempos de paz en la universidad. Se llamaba Michele. Era muy respetuoso con ellas. Allí vivieron nueve meses de finales de la guerra Cesira y Rosetta. Como les llegaban noticias de venida de alemanes, los campesinos enviaban a sus hijos a que de día fueran a lo alto de las montañas. Y estuvieran allí todo el día. Michele iba con la compañía de Cesira y Rosetta, les caía bien. Sabía bastante y les daba consejos. Tommasino era un comerciante que les traía provisiones a Cesira y su hija. Pero un día muere y les avisan. Había estado cerca de un lugar donde cayeron bombas y quedó traumado. Murió de miedo. Había días que disparaban disparos de cañones alemanes. Luego venían los aviones de los ingleses y soltaban bombas. Otra vez vinieron aviones ingleses y se dejaron caer paracaidistas en alguna zona. No supieron bien dónde. Severino era un comerciante que estaba viviendo en ese pueblo también, pero tenía en Roma su tienda cerrada. Le avisan que le han robado. Descubre han sido los fascistas. Se alía con un soldado alemán, este les amenaza a los fascistas, devuelven la tela robada. La suben a un camión, y se sientan el soldado alemán y Severino. Pero luego de un trecho, el alemán apunta a Severino y le dice se baje del camión. El seguirá solo y enviará esas telas a su familia en Alemania porque él era sastre en Alemania y esas telas eran finas. Severino es obligado a realizar trabajos forzados en Roma. No regresa al pueblo. Mientras tanto, en el pueblo en las montañas donde están Cesira y Rosetta, llegan dos ingleses. Les dicen falta poco para terminar la guerra. Luego se van temprano en la mañana. Y luego llegan dos soldados alemanes al pueblo persiguiendo a los dos ingleses, les preguntan a Cesira y su hija. Ellas dicen no saben nada, a pesar que por ser día de Navidad les habían dado alimentos y cobijo. Se van los alemanes. Michele las lleva a Cesira y a Rosetta a otro pueblo donde había un abogado, que tenía abundante comida. Tenía como invitado a un militar alemán. Almuerzan juntos y conversan el teniente alemán con Michele, sobre Literatura Italiana, porque el alemán había traducido novelas italianas al alemán. Luego se va el alemán. Otro día vinieron cuatro alemanes y querían comida. Les dan pan y los alemanes piden un guía que los lleve al Norte porque necesitan reintegrarse con su regimiento. Se llevan a Michele como guía, a la fuerza. Cesira y Rosetta regresan a Fondi por provisiones y para enterarse si pueden regresar a Roma. Pero les dicen que en Roma siguen los alemanes. Encuentran una casita abierta y abandonada. Se instalan allí. Duermen bien. Al día siguiente descubren que cerca los ingleses han puesto cañones y cuando más tarde, disparan, se siente el ruido. A pesar de eso pasan algunas noches allí. Pero una noche escuchan caer bombas de aviones. Cesira y Rosetta se van corriendo al campo de trigo. Allí se acuestan y pasan la noche, mientras siguen cayendo bombas sobre las casas. Al día siguiente encuentran la casita donde habían estado durmiendo solo escombros, destruída. Si se hubieran quedado allí hubieran muerto. Cesira y su hija hablan con los ingleses, les piden les lleven a su pueblo natal de Cesira donde deben estar sus padres. Ellos les dicen que solo en casos de haber servido a los ingleses les pueden llevar. Ellas habían dado cobijo a dos soldados ingleses que les habían firmado un documento la noche de Navidad. Les muestran el documento. Las llevan a su pueblo de Cesira. Caminan y ven todo cerrado. Cesira halla la casa de sus padres cerrada. Van a la iglesia. Allí rezan un rato. Y Cesira ve algo blanco en la puerta, le dice a su hija que mejor se vayan. Pero entran ocho soldado marroquíes, y violan a Rosetta los ocho. Uno intenta violar a Cesira pero ella lo golpea en los genitales. Cesira pierde el conocimiento pero Rosetta está despierta y consciente. Luego Rosetta se lava en un lugar donde hay agua la sangre que le corre por las piernas. Deciden salir a la carretera y salir de aquel lugar. Encuentran un señor Clorindo que lleva personas. Las lleva a Fondi. La señora que les había dado albergue allí las vuelve a atender, era familia de Clorindo. Les dan alimento y se quedan allí. Pero Clorindo la vuelve su amante a Rosetta. Cesira  está furiosa. Quiere matarlo a Clorindo. El le compra ropa sexi a Rosetta. Uno de los hijos de esa familia, Rosario, dice las puede llevar a Roma. Las sube en su camión y se van. Cesira está molesta porque nota su hija se ha vuelto prostituta. La noche anterior que su mamá le rezongaba, su hija le dice que le gusta hacer el amor con los hombres y que ella es feliz así. Rosetta había sido bien religiosa. La guerra la ha cambiado, piensa Cesira. Con Rosario también se acostaba. Por eso las llevaba a Roma. En el camino encuentran tres hombres que han tumbado un poste telegráfico en la carretera a Roma. Tienen armas. Rosario guarda debajo del asiento un sobre. Luego baja y se pone a conversar con ellos. Discuten. Luego lo matan a Rosario. En eso, llega un carro con militares ingleses, los rateros huyen. Luego viene otro camión, y el chofer las ve. Les pregunta qué ha pasado. Le dicen unos rateros han matado al chofer. Les dice suban a su camión. Cesira se agarra el sobre con billetes de debajo del asiento y se lo guarda. Ambas sacan de la carretera el cuerpo de Rosario, lo arrastran por los pies. Y se suben al camión. Cesira es la que narra todo. Dice su hija se ha vuelto prostituta y ella ratera. Eso las ha cambiado la guerra. La guerra convierte en peores personas a la gente. Y se van rumbo a Roma. Compren la novela y léanla.



Esta novela fue llevada al cine y actuó Sofía Loren.