lunes, 8 de octubre de 2018


La noche

He terminado de leer la novela titulada “La noche” del escritor Andrés Bosch. Esta novela fue ganadora del Premio Planeta 1959. La novela narra la historia de Luisito Canales, un joven que trabaja como obrero en una empresa y de noche se inicia como boxeador en un gimnasio. Tiene un amigo llamado Bernardo Barba, quien es experto boxeador, y Luisito lo va a ver pelear. Hay una pelea en que el contrincante de Barba muere, se llamaba Charly Collado. Barba también trabajaba como obrero en la fábrica. Allí les narraba sus peleas a sus compañeros. El día que regresa Barba a trabajar, Luisito le dice: Bernardo, quiero boxear. Barba le dice no sirve para eso, pero luego acepta y lo presenta a Calder, el del gimnasio. “Quiere boxear” le dice a Calder. Le presentan a un señor de ojos negros, pequeños y juntos, que se mueven inquietos. Le dicen: “Mira Lázaro, este es un amigo de Barba y quiere boxear .Procura que haga gimnasia”. Y entonces Luisito empieza a practicar gimnasia, a practicar golpeando la bolsa de arena. De día trabajaba lavando madejas de hilos, y de noche se ejercitaba en el gimnasio. Luisito tenía su esposa Luisa y dos niños, un niño y una niña. Su esposa hablaba poco con él. No se llevaban bien. A ella le gustaba ir los domingos al cine, casi siempre iban. No se perdía el cine. Una noche los nuevos del gimnasio los pusieron a golpear a Lázaro en el ring, de práctica. Algunos lo hacían mal. Le toca a Luisito. Golpea a Lázaro pero éste esquiva bien los golpes. Luego le tira un izquierdazo en el hígado. Luego le tira al cogote. Luego se quiere lanzar encima de él. Pero otros del gimnasio lo cogen de la cintura y le piden calma. Le explican que en boxeo no se puede uno lanzar sobre el que está caído. Más tarde, cuando Luisito se está yendo Lázaro le dice: Tú pegas duro, chico. Calder le dice: Mira, hijo, mañana, si quieres, comenzaré a enseñarte en serio la cosa esa del boxeo. Le dicen lo dejarán participar del torneo Tomás Navarro, para aficionados. Empieza a pelear contra diversos contrincantes, se deja golpear los primeros asaltos, y en el cuarto o quinto, tira su típico izquierdazo. Y gana siempre. Se hace buena fama. Regresaba de amanecida a su casa, para ir a la empresa a trabajar al día siguiente. No cobraba sueldo porque era aficionado. Sus hijos lo quieren. Su mujer se entera que boxea. Le pregunta si gana las peleas, si le pagan. El dueño de la empresa le dice que él siempre asiste a los torneos de boxeo, y que lo ha visto pelear, que pelea muy bien. Le dice le va a dar la misma ocupación que a Bernardo, y un mejor sueldo. El quiere apoyar a los deportistas. Lo malo del estilo de Luisito es que se dejaba golpear los primeros asaltos en la cabeza y sabía, que los boxeadores mayores, muchos de ellos terminaban  torta, o sea, medio atontados de tanto golpe en la cabeza. Eso le había empezado a ocurrir a su amigo Barba. Este seguía peleando pero había empezado a perder las peleas, perdió el Campeonato Continental, el título. Un día lo va a buscar un boxeador a Luisito a su casa pero no lo encuentra. Luisa le da el encargo a Luisito. Era Lázaro. Le propone se venga a trabajar bajo sus órdenes, él le convertirá en campeón. Luisito acepta. Les pagará su sueldo Don Paco. El sábado siguiente empieza como boxeador profesional y  gana. El señor Velasquez, lo busca y lo contrata para su grupo de boxeadores con un sueldo mayor. Como tenía mucho dinero, contrata a Barba, a Lázaro, a Don Paco. Viajan a otro lugar para las peleas. Luisito gana todas las peleas. Se convierte en Campeón Continental, del peso gallo. Su amigo Barba le dice a Luisito: Yo fui quien te descubrió, ¿verdad? Y luego le cuenta, lo que le dijo Calder sobre Luisito: “Este chaval es carne de ring. En  tres combates me lo van a dejar sonado para toda la vida. No le quiero. No quiero ni verle. Dile que nos venga más al gimnasio”. Pero Barba no le había hecho caso a Calder y lo había entrenado a Luisito. Y sigue ganando varias peleas Luisito. Hasta una noche que luego de ganar, a la media hora, cuando llegan a felicitarlo un francés, Luisito no ve bien. Llaman al médico. Lo revisa y le dice que su vista está bien, pero su cerebro no recibe las imágenes bien. Por eso ve manchas. Le dice no debe pelear más. Y justo estaban programando una pelea importante. Luisito tenía toda la intención de ganar. El médico le dice puede quedarse ciego si continúa peleando. Luego, Velasquez le dice que ya está lista la pelea con su oponente con fecha determinada. Y esa noche Luisito pelea. No les puedo contar qué ocurre. Lean el libro. 


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