domingo, 17 de junio de 2018


Por el camino de Swann

He terminado de leer una novela fascinante del escritor Marcel Proust. El narra sus experiencias de niño y joven cuando vivía en Combray, una región de Francia. La novela se titula “Por el camino de Swann” y es parte del grupo de 7 novelas que publicó con el nombre de “En busca del tiempo perdido”. La historia comienza cuando el personaje que narra, cuenta recuerdos de su infancia en Combray. Recuerda que él estaba acostumbrado a despedirse de su madre con un beso en las noches. Recuerda una noche que los visitaba el Sr. Swann, amigo de  su abuelo, sus padres iban a tomar el té con él. El personaje quiere despedirse de su madre con un beso. Cuando se iba a despedir con un beso, tocaron el timbre. Su padre lo envió a dormir. Su padre y su madre participan de una cena con el Sr. Swann. El personaje se queda esperando a su madre para despedirse  con un beso. Terminada la cena, el Sr. Swann se retiró. Su padre le dijo a su madre: “Bueno, pues si tú quieres subiremos a acostarnos”. Su madre dijo: “Veo luz en la cocina, y ya que Francisca está levantada esperándome, voy a decirle que me desabroche el corsé mientras que tú te desnudas”. El personaje fue corriendo a dar un beso a su madre. Ella se molestó. Entró su padre. Dijo: “Ya que hay dos camas en su cuarto, di a Francisca que te prepare la grande, y por esta noche duerme en su alcoba. Vamos, buenas noches. Yo que no tengo tantos nervios como vosotros voy a acostarme”. Su mamá le leyó algunos libros de Francois le Champi. Esos son sus recuerdos de niñez en Combray. Luego, el personaje recuerda mas adelante la iglesia con su campanario, a su tía prima de su abuelo. Recuerda a Francisca, la sirvienta de su  tía. Tenían un amigo ingeniero, Legrandin. El personaje recuerda que en París lo mandaban a visitar a su tío Adolfo. En su colegio le gustaba hablar con sus amigos de las obras de teatro. Un día fue a visitar a su tío Adolfo a una hora desacostumbrada. Estaba el tío Adolfo en compañía de una joven muy bonita. Ella le encontró parecido con su madre al personaje. Más tarde su padre y su abuelo del personaje le llamarían la atención al tío Adolfo por frecuentar dichas amistades. El personaje pasaba las tardes de domingo bajo el castaño del jardín de Combray. Allí se dedicaba a leer. Su abuela le obligaba a salir de casa. Un domingo el personaje leía en el jardín cuando lo interrumpió Swann, que venía a visitar a sus padres. “¿Qué está usted leyendo?” ¡Ah, Bergotte! ¿Quién le ha recomendado a usted sus obras?”. El personaje le dijo que Bloch. Mientras el personaje leía en las tardes, su tía Leoncia charlaba con Francisca. Ella soñaba a veces con su difunto esposo Octavio. Salían de paseo a veces con su abuelo, sus padres y su tía Leoncia. Se encontraban con el ingeniero Legrandin, amigo de su familia. Alrededor de Combray había dos lados para salir de paseo: el lado de Mességlise la Vineuse, que llamábamos el camino de Swann, porque yendo por allí se pasaba por delante de la posesión del Sr. Swann, y el lado de Guermantes. El personaje con su familia solían salir de paseo por el lado de Swann, que era el más corto por los alrededores de Combray. Solía llover a menudo por ese camino también. Su tía Leoncia falleció. Luchó 15 días con su enfermedad y Francisca la cuidó. El Sr. Vinteuil murió, quedó su hija. Una amiga la visitó. El personaje estaba mirando por la ventana y escuchaba desde la calle. La amiga le propuso escupir en el retrato de su padre, que había sido un hombre bueno. La señorita Ventiuil cerró la ventana de madera y el personaje no pudo ver ni escuchar más. En Combray, había un grupo, un clan, de los Verdurin, se llamaban. La mujer del doctor tenía una amiga, la señora de Crécy, a la que llamaba Odette y la consideraba un encanto. También estaba la tía del pianista. Los Verdurin no daban comidas: siempre había en su casa cubierto puesto. No se hacían programas para después de cenar. El pianista tocaba todo lo que querían. Odette pidió permiso para incorporar al grupo a un tal señor Swann. El día que Swann hizo su presentación estaban invitados a cenar el doctor Cottard y su señora, el pianista joven y su tía, y el pintor por entonces favorito de los Verdurin; después de la cena acudieron otros fieles. Le presentaron a Swann a los demás invitados de la familia Verdurin. Luego de lo cual el pianista interpretó hermosas melodías. A Swann le dijeron que se había interpretado el Andante de la sonata para piano y violín de Vinteuil. Este Vinteuil había sido compositor de piano, entre otros oficios, pero había muerto. Odette y Swann viven un romance y el pianista les interpreta en varias veladas la canción de Vinteuil, que se vuelve como el himno nacional de sus amores. Swann visitó dos veces la casa de Odette. La primera, ella le invitó té con leche. Le dijo que sabía todos sus gustos. La segunda visita, Swann le comentó a Odette que él buscaba en cuadros famosos parecidos con la gente que conocía en su entorno. Swann y Odette iban siempre a los conciertos de piano en casa de los Verdurin. Una noche Odette fue pero Swann no venía. Se retiró Odette. Swann tuvo un percance y llegó tarde. La buscó luego en  varios sitios y la encontró. Ella llevaba flores de Catleya en su vestido. Esa noche ella se le entregó. A partir de allí, todas las noches la llevaba a su casa. Mantenían un romance apasionado. Los Verdurin los invitaban a ir al campo con ellos. A Swann le gustaba comprarle flores y joyas a Odette y enviárselos. El mes próximo pensaba mandar a Odette 6000 o 7000 francos en vez de los 5000 francos que siempre le enviaba, por la sorpresa y la alegría que con eso iba a darle. Una noche Swann visitó a Odette 11:00 pm. Ella le dijo solo podía quedarse media hora en su casa. Estaba cansada. Luego de la media hora, él le preguntó: ¿Nada de catleya?, ella le dijo que no. Entonces se retiró. Cuando llegó a su casa pensó si no sería un truco de Odette para encontrarse con otro. Regresó a casa de Odette y vio algo de luz por los costados de su ventana. Tocó la ventana  y escuchó ruido dentro. Luego una voz de hombre preguntó: ¿Quién es? Swann dijo que estaba de pasada. Abrieron la ventana y habían dos hombres. Swann se dio cuenta se había equivocado de ventana, había tocado la del costado. Desde aquel día tenía celos Swann de Odette. Los Verdurin dejaron de invitarlo a sus paseos a Swann. Decían era grosero. Odette le avisó los Verdurin la llevarían a dar un paseo a Pierrefonds. Swann tenía allí un amigo, el marqués de Forestalle. Le dijo que quería visitarlo. El mismo día del paseo de Odette con los Verdurin a Pierrefonds, Swann fue a visitar a su amigo el marqués. No la encontró. Ella había ido a París. Cuando conversaban Swann y Odette, si ella mencionaba un nombre de hombre, Swann sospechaba que debía ser un amante. Una vez  anduvo en tratos con la policía tras la pista de un desconocido, que resultó ser un tio de Odette que hacía más de veinte años había muerto. Odette no quería salir en público con Swann porque la gente diría son amantes. Iban por su cuenta al mismo lugar, museos, sitios públicos, y se encontraban y conversaban.  Swann recibe un papel anónimo que le dice Odette ha sido amante de varios hombres, también de mujeres. Swann trata de adivinar quién le habrá enviado ese papel. Y siente celos. A los pocos días le hace preguntas a ella, pero no logra enterarse gran cosa. La esposa del doctor Cottard lo encuentra a Swann en la calle y le dice Odette siempre habla bien de él, lo quiere completamente. Swann piensa si en  verdad quiere a Odette.

El protagonista recuerda las habitaciones en Combray del Gran Hotel de la Playa de Balbec. Recuerda que quería viajar a Venecia pero el médico le dijo tenía catarro a la garganta y fiebre. Por ningún motivo viajara a Venecia. Entonces su mamá le decía podía visitar los días de sol los Campos Elíseos. Allí conoce a Gilberta, la hija del Sr. Swann, una hermosa chica. Juegan con ella. Un día el personaje le pide venga al día siguiente para hablar de un tema. Pero ella le dijo que tenía ocupados todos los días, y luego venía Navidad. Ya lo vería el otro año. Al protagonista le gustaba Gilberta. Gilberta era la hija de Swann con Odette. Ahora Odette era la mujer de un socio del Jockey Club, de un amigo del príncipe de Gales. No les puedo contar más. Es una bonita historia. Les va a gustar. Se pueden comprar la colección completa los 7 tomos, o una por una. Marcel Proust es buen escritor. Les gustará su estilo.

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