viernes, 12 de agosto de 2022

 Jane Eyre

He terminado de leer la magnífica novela titulada “Jane Eyre” de la escritora, Charlotte Brontë. La novela empieza narrando la historia de una niña de diez años que vive con su tía, la señora Reed, y sus primos. Pero su tía es muy severa con ella, sus primos la molestan, ella tiene un fuerte carácter y no los soporta. Su tía decide enviarla a un colegio con internado para que le enseñen allí a ser una mujer decente. Así que la envía. En el colegio, hace amistad con una niña, Elena Burns, que la conoce porque la ve leyendo un libro. Conversan y hacen amistad. Pero eran muy severos con su amiga. Su amiga le dice Jane que se debe perdonar a los enemigos, así lo quiere Dios. Jane le había dicho a su tía que era mala. Jane no está de acuerdo. A su amiga Elena Burns, le da tuberculosis y muere, pero antes, Jane Eyre la abraza y se despide de ella. Hace otras amigas. El internado se llama Lowood. Estudia allí hasta que termina la secundaria, y luego, trabaja dos años como maestra. Se había convertido en la mejor alumna de su clase. Por eso la contratan. Pero un día se casa una de sus profesoras y se va del colegio. Y Jane se siente mal. No se siente bien sin ella allí. Decide cambiar de trabajo, quiere conocer el mundo de allá afuera. Tiene 18 años. Así que pone un aviso en el diario donde se ofrece a ser institutriz de niñas en casas particulares. Al poco tiempo recibe un pedido de una dirección donde necesitan una institutriz. Antes de partir, recibe la visita de Bessie, una de las chicas encargadas de limpieza y de la casa en la casa de su tía Reed. Se ha casado con el que era el cochero y viven independientes. Luego, de averiguar cómo están su tía y sus primos, al día siguiente se va al nuevo trabajo. La recibe la encargada de la casa, que es la señora Fairfax. Le explica a qué niña debe dar clases. A Adela Varens, una niña de diez años. Un día, Jane está caminando por el exterior de la casa cuando ve venir un señor en un caballo seguido por un perro. El señor se cae del caballo. Jane se presta a ayudarlo. El señor se pone de pie y le pregunta quién es ella. Jane le dice que es la nueva institutriz de esa casa. El señor se va a la casa. Es el señor Rochester, el dueño. Jane Eyre lo empieza a conocer. Se da cuenta que es un hombre bueno, a pesar de no ser tan guapo. En el segundo piso, había un cuarto de donde salían unas risas ja, ja, ja, de una mujer. Eso es un misterio para Jane. El dueño no le quiere explicar nada de ella. Le explica que le dará clases a Adela Varens, la niña de diez años que fue hija de Celina Varens, una bailarina que el señor Rochester conoció en París. Salían y vivían juntos. Pero una noche, el señor Rochester la vio bajar de un auto con otro hombre abrazados, y se dio cuenta que le engañaba. A los seis meses dio a luz Celina Varens, y le dijo que la niña era hija suya. El señor Rochester no le creyó nada. Luego, murió Celina Varens. El señor Rochester decidió hacer caridad y crió a la niña. La llevó a vivir con él. El señor Rochester le explica a Jane, que la mujer que vive en el segundo piso es Gracia Poole. El la tiene viviendo allí, no le puede dar más explicaciones. Jane sospecha que esa mujer es la de las carcajadas. Debe ser medio loca. Una noche, alguien prende fuego a las cortinas en el cuarto del señor Rochester. Felizmente, Jane escucha ruido y se despierta, va al cuarto de donde procede el ruido y lo ve al señor Rochester durmiendo y las cortinas quemándose. La cama también se empieza a quemar. Lo despierta y lo salva. Lleva agua y apaga el fuego. Jane va dando lecciones escolares a la niña Adela Varens, de día. El señor Rochester trae invitados a su casa, se piensa casar con una mujer muy bonita. Pero Jane sospecha que esa mujer solo está interesada en su plata del señor Rochester. Una noche, en que tienen fiesta, se aparece una mujer negra que adivina el futuro a todos. Pide que pasen por un cuarto uno por uno y les lee el futuro. A todos les lee la mano. La última en ir es Jane Eyre. Ella se da cuenta que es el señor Rochester disfrazado de negra. Solamente hizo aquello para averiguar qué pensaban sus invitados de él. Al poco tiempo, el señor Rochester le dice a Jane Eyre que está enamorado de ella y quiere casarse con ella. Jane Eyre le dice que también está enamorada de él. Planifican casarse en un mes. Y alistan sus ropas para el viaje de bodas y todo está listo. Una noche, viene un hombre desconocido a su casa. Sube a conversar con el señor Rochester. Jane se acuesta sin saber nada de ese hombre. En la noche, el señor Rochester le toca la puerta y le pide que le ayude. La lleva a un cuarto donde estaba Gracia Poole, y le pide cuide las heridas del señor que ha venido, tienen el hombro vendado, y le ordena no hablar al señor invitado. Jane lo cuida. Más tarde, viene el señor Rochester con un médico. Este lo termina de curar al hombre, que dice que lo atacaron mordiéndole el hombro. Parecía que se quería comer su hombro, pero no dice quién. Al amanecer, lo llevan a la calle y lo meten en un coche para llevarlo a otro lugar. Luego, el día de la boda, van a la iglesia el señor Rochester y Jane. Pero aparece un señor diciendo que ese matrimonio no puede llevarse a cabo. Todos los invitados se asombran. El señor dice que no se puede realizar porque el señor Rochester es un hombre casado. Y da el nombre de la mujer, un nombre desconocido. El señor Rochester acepta que es verdad y el matrimonio no se realiza. Al regresar a su casa, le explica a Jane lo que ocurre. Le explica que hace años atrás, conoció una mujer bonita y grande, se casó con ella porque además tenía plata. Pero luego de casados, se enteró que la mamá de la mujer era loca, su hermana también era loca, su otro hermano era enfermo mental. Solo tenía un hermano cuerdo. Que era el señor que había sido mordido. El señor Rochester le explica que la mujer con la que se casó al cabo de un tiempo también se volvió loca, y que él la tuvo que recluir en una habitación vigilada por la señora Gracia Poole, que antes ha trabajado con monjas. Pero a veces, lograba escaparse de su habitación y quitarle las llaves a la señora Gracia, y se metía a los cuartos y prendía fuego. Jane recuerda que una vez vio en su cuarto que alguien acuchillaba un velo de mujer en su cuarto. Era esa mujer del señor Rochester. Como era loca, el señor Rochester no se podía divorciar de ella y la mandaba cuidar. Había tenido tres amantes. La primera fue Celina Varens, la bailarina francesa, que murió. Luego, tuvo otras dos amantes. Quería casarse con Jane pero ella le dice no se puede. Así que un día, Jane decide irse sola. Se va caminando por el camino. Camina tres días y pasa hambre, llega a una casita con luz. Le dan cobijo allí. Dos chicas jóvenes y bonitas con su hermano. Jane recupera la salud y estudia con ellas que leían mucho. Jane estudia alemán y el joven estudia el idioma hindú. Es sacerdote. Va a viajar a la India como misionero. Le pide matrimonio a Jane. Pero Jane no lo acepta. Ella sigue enamorada del señor Rochester. Jane pinta cuadros. Ese joven le consigue trabajo como profesora de un pequeño colegio para niñas. Un día el sacerdote joven le va a visitar a Jane y ve su cuadro que ha pintado y ve algo. Coge un cuchillo y corta el borde del cuadro, y se va. Al día siguiente, regresa y le cuenta a Jane. Un hombre pobre se casó con la hija de un rico, tuvieron una hija a la que pusieron Jane Eyre de nombre, luego, ambos murieron en un accidente. Pero el hombre tenía un hermano que era comerciante y llegó a tener mucho dinero. También tenía un hermano que era sacerdote evangélico. Ese sacerdote evangélico era el padre de ellos tres, y había muerto. El tío comerciante era rico y había muerto, antes de morir, dejó en herencia todos sus bienes a nombre de su sobrina Jane Eyre. Que la buscaran y le dieran su fortuna. Entonces Jane descubre que ese sacerdote y esas jóvenes eran sus primos. Se pone contenta. El primo le cuenta que ella recibirá en herencia 20 000 libras esterlinas con lo cual, es rica. Pero Jane, decide compartir su fortuna con sus primos. Les reparte 5000 libras esterlinas para cada uno. Luego, renuncia al trabajo y va en busca del señor Rochester. No sabe nada de él. Lo extraña mucho. Y encuentra su casa quemada, las piedras con color negro. Ha habido un incendio. Y entonces, pregunta en un bar cercano acerca del señor Rochester. No les puedo contar más para que no pierdan la emoción de leerla. Es una de las grandes obras maestras del siglo XIX. Léanla. 




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