Caballero: Una aventura de intriga y suspense de Gabriel Caballero
He terminado de leer esta novela del autor, Pablo Poveda, titulada “Caballero”. La novela narra sobre la nueva rectora que van a nombrar en la Universidad de Alicante. La nueva rectora va a dar su discurso, cuando de repente se cae al suelo. No saben si muerta o desmayada. Caballero es un periodista. Todos se quedan sorprendidos. Nadie pensaba que le podía pensar algo a la nueva rectora de dicha universidad. Esa nueva rectora, era treinteañera, llamada Mónica Llopis, con larga melena castaña, doctorada en Bioquímica. Iba a ser la primera rectora de la Universidad de Alicante. Dominaba 3 lenguas extranjeras. Llegó con un vestido azul y cuando subió al podio se cayó al suelo. Se desvaneció. Le hicieron autopsia y hallaron que murió de paro cardiorespiratorio. Sospechan que fue homicidio. Que usaron arsénico para matarla. El inspector de policía, Botella, pregunta al dueño de un restaurante cerca donde iba antes la finada, y éste les señala un hombre en las fotos que el policía les muestra, con el cual ella iba a comer allí. Era Hidalgo, amigo de Caballero. Encuentran en el cuerpo de la finada ADN de dos personas diferentes desconocidas. Caballero llama a su amigo Hidalgo, y le pregunta si tuvo amistad con Mónica Llopis. Hidalgo le confiesa que fueron amantes. Hidalgo era profesor en la Universidad de Alicante también. También sospechan de un tal Antonio Maciá, que Hidalgo le cuenta a Caballero que Llopis estaba enamorada de él. Así que Caballero visita a Maciá, que es dueño de una empresa farmacéutica, para averiguar si él la mató. Conversan, pero Maciá niega haberla matado. Su empresa se llamaba Fharma. Entonces Caballero, sospecha el ADN encontrado en el cuerpo de Mónica Llopis era de Hidalgo y de Maciá. Entonces, se entera Caballero que han encontrado el cuerpo sin vida del policía Botella. Murió de envenenamiento con monóxido de carbono que salió de su baño, mientras dormía en la noche. Caballero, entonces, va a la Universidad de Alicante, a buscar al jefe de investigaciones científicas, donde trabajaba Llopis, un profesor Casavieja. Conversa con él, quien le ofrece un vaso de agua para beber. Caballero no lo toma porque piensa puede contener arsénico. Casavieja se toma el vaso de agua y le dice no tiene veneno. Caballero le dice que como Casavieja tenía acceso al despacho de Mónica Llopis, podía haberle puesto arsénico al agua, al bidón de cinco litros y así haberla matado de a pocos. Casavieja le confiesa que así fue. Le cuenta que tuvo que matarla porque habían hecho un descubrimiento en la universidad, y Mónica Llopis le contó al tal Maciá, del que estaba locamente enamorada el descubrimiento y luego falseó datos a la universidad. Maciá lo comercializaría en su laboratorio farmacéutico. Llopis sólo quería el cargo de rectora para usarlo con fines políticos para apoyar a Maciá. Entonces Casavieja le dice que, aunque contara Caballero el caso, ya lo habían archivado y no le harían caso. Caballero va al periódico y no le hacen caso. No sabe qué hacer. Lean la novela. Es muy interesante. Cómprensela.

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