El cuchillo

He terminado de leer la interesante novela titulada “El cuchillo” de la afamada escritora Patricia Highsmith. La novela narra la historia de un hombre que tiene su librería. A él le llaman por su apellido Kimmel. Este señor un día entra al cine de noche y encuentra un joven Tony que lo conocía y se saludan. Pero el señor Kimmel pasa por entre los asientos hasta el otro lado y sale por la puerta de Salida. Sale del cine y va a su auto negro, un Chevrolet. Con su auto va hacia una terminal de autobuses de Cardinal Lines, se detuvo y esperó diez minutos a que saliera el bus Newark-New York-Albany. Persiguió dicho bus hasta que éste hizo una parada de veinte minutos en determinado lugar. Bajaron los pasajeros, y entre ellos su esposa, Helen. El se acercó y le pidió que quería conversar con ella. La llevó a un lugar más discreto, cerca de unos matorrales, y ella le dijo que estaba enamorada de otro hombre y no iba a cambiar de decisión. Entonces él la tumbó al suelo, le agarró la muñeca, y le golpeó la cabeza contra el suelo. Luego, sacó su navaja y se la clavó en el cuerpo repetidamente. Le apretó la garganta. Cuando se dio cuenta que estaba muerta, entonces se alejó. El bus ya se había ido. Regresó a su auto, y se dirigió hacia su casa. Al día siguiente, en Newark, un señor llamado Walter Stackhouse, leía el periódico. Salió una noticia sobre una mujer aparecida muerta cerca de Terrytown. La mujer había bajado del autobús e iba de Newark a Albany. Cuando el bus se iba a ir, la echaron de menos los del bus. El autobús tuvo que salir sin ella. Walter estuvo pensando si habría alguna relación entre el asesino y la víctima. Arrancó el trozo de periódico y se lo guardó en el bolsillo. Walter recortaba extractos de diarios para sus ensayos literarios que tenía. Tenía 11 ensayos literarios a medio completar, es decir, novelas. Su esposa Clara tenía que vender una propiedad de 50 mil dólares como parte de su trabajo en la empresa donde trabajaba. Le iban a pagar bien por dicho trabajo y él esperaba que tuviera éxito. Van a cenar con su esposa Clara a un restaurante y ella pide langosta, mientras él pide carne y no pescado como quería inicialmente, para tener alimento que darle a su perro. Conversan sobre sus amigos y problemas de sus empleos. En los días siguientes, Clara se dio cuenta que la venta de la propiedad iba a demorar más de un mes. Walter estaba pensando abrir su propio estudio de abogados, con un amigo socio. Lo había estado planeando desde un tiempo atrás. Cogerían los casos difíciles que nadie quiere coger y así conseguirían ganar bien. Habían tenido algunas discusiones con Clara, y habían hablado de divorcio, pero luego cerraron el tema. De eso hacía seis meses atrás. En una reunión le presenta a Walter, un amigo Peter, a Ellie Briess. Walter conversa con ella y se entera que es profesora de música. Toca el violín y mientras tanto, en su fuero interno, Walter se pregunta por qué no ha tenido niños para que ella les enseñe a tocar el violín. Algún tiempo después, Walter lee de nuevo el trozo de papel del periódico sobre la muerte de una mujer de apellido Kimmel. En él se detalla que la mataron y nadie escuchó ningún grito. Ocurrió mientras el bus en que viajaba paró 15 minutos en el camino en un snack-bar. Walter pensó que no había tema para sus escritos porque el asesino debía ser un maníaco. Al día siguiente, Walter amaneció enfermo. Tenía gripe según dijo el médico. Se quedó en cama y su esposa le atendió. Walter se puso a pensar en la noticia del señor Melchior Kimmel y su esposa, él debió matarla, era lo más probable. Empezó a recrear mentalmente cómo lo hizo. Pensó si él podría hacer algo así. Su amigo Peter y Ellie Briess lo van a visitar a Walter. Entonces conversa Walter con Ellie y la pasan muy bien juntos. Ellie le cuenta que ha conseguido trabajo de profesora en un colegio. Walter se alegra por ella. Luego Peter y Ellie se van. En los días siguiente, Walter se mejora de salud. Y discute Clara con él, pensando que Walter se ha enamorado de Ellie Briess. Le dice que ella se va a suicidar tomando medicinas en exceso. El le dice que no haga eso. Walter quiere conocer a ese señor Kimmel, el librero, para averiguar si mató a o no a su mujer. Así que se averigua la dirección de la librería y va hacia allí con su carro. Entra y habla con Kimmel. Este lo niega. Le dice que no mató a su mujer. Pero Walter le dice que las pruebas lo acusan. Hace que Kimmel se sienta mal. Walter le muestra el trozo de periódico que tenía con la noticia de la muerte de su mujer. Kimmel le dice que no fue él. Así que Walter se va. Walter empieza una relación con Ellie Briess, aunque no del todo seria, pero ya se besan. Y Clara toma medicinas en exceso y se intoxica. Walter la tiene que llevar al hospital a que le hagan lavado gástrico. La salvan. Pero ya está molesto con su mujer. Está pensando en deshacerse de ella. Clara se mejora de salud y tiene que viajar en un bus. Walter va a despedirla. Luego, persigue al bus y planea matarla al estilo de Kimmel. Porque Walter está convencido que Kimmel mató a su mujer. Pero en la parada de quince minutos del bus, baja su mujer y desaparece. No sube al bus. Por más que Walter la busca no aparece. Luego se entera que su mujer ha muerto, la han empujado al precipicio o se ha caído. Walter es visitado por un detective de la policía que lo ve como sospechoso. Lo interroga en diversas visitas a Walter. A Kimmel el mismo detective lo interroga. Walter visita por segunda vez a Kimmel y le pregunta si mató a su mujer. Kimmel lo niega. Walter no le cree y se va. Walter se da cuenta que todos lo miran como sospechoso de haber matado a su mujer. Y se siente mal. El pensó en matarla, pero no lo hizo. Kimmel se molesta con él por sus visitas y sus acusaciones. Y lo acusa como sospechoso al detective de la policía. El detective trata de hacerlos confesar pero ninguno confiesa. Un día Walter es perseguido por Kimmel. Walter sospecha que lo quiere matar. Están por una zona de campo, hay árboles. Walter se sube a un árbol y cuando Kimmel está abajo se deja caer encima de él. Se empiezan a golpear y pelean fuerte. No les puedo contar más para que no pierdan la emoción de leer la novela. Cómprensela y léanla.