El difunto Matías Pascal
He terminado de leer una magnífica novela titulada “El
difunto Matías Pascal”, del escritor Luigi Pirandello. Yo había leído el
resumen de esta novela en una enciclopedia de mi casa hace años. Siempre tuve
inquietud por leerla. Bueno, aquí les cuento algo. Matías y su hermano Roberto
vivían con su mamá que era viuda. Su padre había sido comerciante y falleció de
unas fiebres cuando fue a Córcega. Poseían tierras y casas. Tenían olivos en
Dos Ríos; árboles y manantial en La Cabaña; y viñedos en El espolón. Además de
su casa donde vivían, habían comprado dos casas más. La madre había confiado en
el administrador Malagna para administrar las tierras pero éste, cada vez que
llegaba a casa decía: Acabamos de recibir otro golpe. La niebla había destruido
la aceituna en los Dos Ríos; la filoxera destruyó los viñedos en El Espolón.
Había que plantar cepas americanas, capaces de resistir al mal. Pero esto
equivalía a contraer nuevas deudas. Aconsejó vender El Espolón. Luego, Dos
Ríos, y finalmente San Roquito. Batta Malagna era esposo de doña Guendolina
pero ella murió. Se casó luego con Oliva, la hija de Pedro Salvoni, nuestro
aparador de Dos Ríos. Pensó que Oliva era joven y le iba a dar hijos, pero
pasaron tres años y nada. Matías conoce a Romilda, una sobrina de Malagna y se
enamora de ella. Su amigo Pomino estaba enamorado de la chica pero Matías era
hablador y le hacía chistes, la chica se enamora de Matías. Sale
embarazada y se casan. Pomino era muy
tímido. La suegra de Matías también vive en su casa y tiene problemas con la
mamá de Matías. Matías se encuentra con Pomino y le pide ayuda para conseguir
trabajo. Este lo ayuda y lo pone de bibliotecario. Sesenta libras al mes.
Matías pidió ayuda para que le enviaran gatos que se comieran las ratas. Su
esposa le dio dos mellizas. Una murió a los pocos días de nacida. La otra murió
al año, el mismo día que murió la mamá de Matías. Roberto, el hermano de Matías
que se había casado bien, le envió
cincuenta liras para el entierro de su madre. Matías se fue de su casa a buscar
fortuna. Se compró un libro en francés Méthode pour gagner a la roulette. Sabía
algo de francés que aprendió de los libros de la biblioteca. Apostó en la
ruleta de Montecarlo y ganó. Empezó a ganar mucho dinero. Ganó once mil liras.
Pensó primero en regresar a su pueblo. Pero los días siguientes siguió
apostando. Ganó ochenta y dos mil liras. Matías leyó en un periódico semanal de
la muerte del bibliotecario en Miragno su pueblo, la muerta de Matías Pascal.
Que su esposa lo reconoció, se había suicidado de las aguas del Molino. Matías
se da cuenta otro hombre es el que ha muerto. Ahora es libre de esposa y
suegra. Se fue a hacer afeitar y se dejó una barbita. En la calle escucha un
apellido: De Mais. Le quitó el De. Se le ocurrió el nombre Adriano Meis. Suena
bien. Crea su nueva vida. Hijo único de Pablo Meis. Nacido en Argentina.
Llegado a Italia de unos meses con bronquitis. Sin recuerdo ni casi noticia de
los padres. Criado con el abuelo. Va luego Matías a elegir un lugar donde
quedarse a vivir. Elige Roma y alquila un cuarto. El dueño es seguidor de
corrientes teosóficas, tiene una hija rubia y de ojos azules, muy bonita
llamada Adriana. El dueño tiene otra inquilina que es pianista, vieja y fea.
Esta pianista le cuenta a Matías que Papiano, el viudo que fue esposo de la
hermana menor de Adriana, que murió, ahora está interesado en Adriana. El dueño
de la casa Anselmo, propone realizar una sesión espiritista. Invita a Adriana y
también otros amigos. En la primera sesión, en la oscuridad, alguien le tira un
puñetazo a la pianista en el mentón. En las demás sesiones, Matías se sienta
junto a Adriana y se cogen la mano, le aprieta la mano en la oscuridad. Una
noche a oscuras la besa en los labios en silencio. Al día siguiente Adriana le
lleva una carta del médico que había operado del ojo a Adriano con la cuenta
400 liras. Matías abre su armario y ve le han robado dinero, hay dinero los
billetes desparramados. Faltaban doce mil liras. Había antes sesenta y cinco
mil liras y sólo hay cincuenta y tres mil. Le pide a Adriana no cuente nada
hasta que hable con un abogado. Pero ella cuenta todo. Luego, Adriano dice para
calmarlos que ya encontró su dinero. Visitan todos a un señor importante. Un
pintor lo insulta a Adriano. Este busca padrinos para retarlo a duelo. Nadie
quiere ser padrino. Matías camina en la noche y llega caminando a un puente
cerca de un río. Se le ocurre terminar con esa vida de mentira. Piensa debe
matar a Adriano Meis y volver a ser Matías Pascal. Deja en el puente su
sombrero, su bastón, y una libreta de notas con su nombre Adriano Meis y su
dirección. Llega consigo todo su dinero. Y se marcha de allí. Había pasado dos años como Adriano Meis. Regresa Matías a
su pueblo Miragno, antes visita a su hermano Roberto. Este se alegra y le dice su mujer Romilda se ha casado con
su amigo Pomino. Tienen una hijita bebé. Matías toma el tren de las ocho y
llega en media hora a Miragno. Va a su casa y encuentra a Pomino. ¿Quién es?,
pregunta Pomino. Matías Pascal, le contesta Matías. Le abre la puerta asombrado.
Viene la suegra y Romilda la mujer. Conversan toda la noche, a la mañana
Romilda le sirve café a Matías. Según la ley el segundo matrimonio no tiene
valor. No les puedo contar el final. Cómprense la novela y léanla.
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