domingo, 19 de marzo de 2017

Los siete locos


He terminado de leer esta novela de Roberto Arlt titulada: “Los siete locos”. Empieza la novela con la descripción del dueño de una empresa, de su hijo y de su contador. Ellos esperan al empleado Erdosain que ha robado dinero a la empresa, una suma importante. Cuando él llega le avisan que alguien lo ha denunciado, han comprobado es cierto el robo y le dan un plazo para que devuelva el dinero a la azucarera sino lo meterán preso. Como Erdosain no tiene el dinero porque se lo ha gastado, recurre a varios amigos suyos que va visitando para pedirles lo ayuden dándole el dinero. Encuentra en un café al farmacéutico Ergueta, un amigo suyo. Le habla para pedirle dinero. Ergueta le cuenta que se ha casado con Hipólita, una ex prostituta bonita. Pero antes de dedicarse a ese oficio fue sirvienta en una casa. Un día Ergueta fue con Hipólita, la mamá y hermanas de él, a visitar a una familia amiga. Y resulta que era los antiguos amos de la casa donde Hipólita sirvió como sirvienta. Su mamá y su hermano se escandalizaron. Luego, en un momento de rabia Hipólita contó que había sido prostituta. La familia de Ergueta se molestó con ella. Pero Ergueta no se anima a darle el dinero. Así que Erdosain sigue buscando. Pensó en Gregorio Barsut, el primo de su mujer. Pero recordó que siempre había tenido problemas con él. Así que decidió visitar a su amigo el Astrólogo. Hay que mencionar que Erdosain era inventor. Tenía el proyecto personal de fabricar una flor de cobre. Mediante un proceso galvánico pensaba recubrir una flor natural y que fuera bañada en cobre. Pensaba hacerse millonario por este procedimiento. Sabía de química y de electricidad bastante. Le cuenta al Astrólogo que debe seiscientos pesos y debe pagarlos mañana. El Astrólogo le presenta al Rufián Melancólico, un amigo de él. Este escucha el pedido de dinero y se ofrece a darle el dinero a Erdosain. Le firmó un cheque por esa cantidad. Un acto de bondad. Luego de irse conversando por la calle con el Rufián Melancólico, este le cuenta a Erdosain que vive del dinero de tres prostitutas que él las trabaja. Erdosain regresa a su casa y encuentra su esposa con un capitán, esta le dice lo va a abandonar. Está enamorada del capitán y no soporta más a Erdosain. Luego de un rato de conversación lo abandona definitivamente. Erdosain se acuesta y duerme. Al día siguiente lo visita Barsut y le pregunta por Elsa, su esposa. Erdosain le cuenta que se fue con otro hombre. Batsut le tira una bofetada y le dice que él estaba enamorado de su esposa, de Elsa. Y pensaba quitársela. Pero ahora que ella se ha escapado no va a poder ser. También le cuenta que él fue el que lo denunció a la empresa del robo que había hecho Erdosain. Luego se va. Erdosain paga a la empresa el dinero robado. Luego va a la casa del Astrólogo. Le cuenta que conoce un tipo que puede financiar sus proyectos de una sociedad secreta. Ese hombre se llama Barsut y Erdosain le propone le pueden robar sus veinte mil pesos y luego matarlo. El Astrólogo le pregunta a Erdosain si sabe cómo consiguió Barsut su dinero, Erdosain le cuenta que recibió en herencia una propiedad y hace tres años la vendió por veinte mil pesos. Y lo tiene en una cuenta corriente en un banco. El Astrólogo acepta su propuesta. Quiere fundar su sociedad secreta y piensa ese dinero les podría permitir empezar nuevos negocios como un prostíbulo que les daría enormes ganancias. Días después de acuerdo a lo convenido, Erdosain visita a Barsut y le cuenta pueden ir juntos a visitar a Elsa. Barsut acepta y viaja con Erdosain. Este lo lleva donde el Astrólogo. Lo reduce un hombre corpulento a Barsut y lo atan su pie a una estaca, lo amarran con un candado. Otro día se reúnen Erdosain en casa del Astrólogo con varios conocidos de él. El Astrólogo les cuenta su plan para crear una sociedad secreta, van a crear una nueva religión, donde todos temerán a Dios. Van a construir en lo alto de  una montaña un palacio con siete puertas de oro y columnas de mármol rosado, para adorar a su dios. Dominarán al ejército argentino y crearán una nueva nación. Van a instalar negocios para financiar su hazaña entre ellos crear prostíbulos por todo el país, con pingues ganancias. Lo visita un día a Erdosain la Coja, Hipólita, la esposa de Ergueta. Le cuenta que el farmacéutico Ergueta se ha vuelto loco. Lo han metido en un manicomio. Ella no recibe dinero de su farmacia porque la familia de él administra el dinero de dicha farmacia. Erdosain la calma un poco. Erdosain va a visitar a los Espila, una familia amiga suya, que antes tenían buenos negocios pero se arruinaron luego. El les había contado su proyecto de la flor de cobre y esa familia pensaba hacerse ricos con dicha idea. Otro día Erdosain va a un prostíbulo y encuentra a Hipólita trabajando allí. Se pone a conversar con ella, de sus proyectos personales, le cuenta van a matar a Barsut. Mientras tanto, Ergueta en el manicomio ve a Jesús y éste le otorga poderes. Los locos le piden resucite a un muerto. Pero Ergueta no puede resucitarlo. Erdosain recibe el cheque firmado por Barsut de mano del Astrólogo y lo va a cobrar. Le da el cheque luego el Astrólogo. Van a comer a un buen lugar. El Astrólogo le da tres mil pesos para que se mande confeccionar ropa nueva. Erdosain pide ver la ejecución de Barsut por manos de Bromberg, un sujeto malo, el que derrumbó a Barsut. Entonces van al lugar donde está él. Bromberg lo asfixia con su brazo, le rompe el cuello. Luego se van, pero Barsut se endereza y le guiña un ojo al Astrólogo. Erdosain no ve eso. Había salido primero caminando, mientras el Astrólogo le hace un gesto a Barsut. Se van. El Astrólogo sugiere planeen una fábrica chica. Que pueda servir de escuela de química. El Buscador de oro estará encargado de lo relacionado con la colonia, Erdosain estará encargado de las industrias, y Haffner que es el Rufián Melancólico será el administrador de los prostíbulos. Así harán dinero para la sociedad secreta. Allí termina la novela. Las ideas de Erdosain componen de manera  principal la novela. Les va a gustar. Hay una continuación de esta novela. Se titula: “Los lanzallamas”, del mismo autor. La voy a empezar a leer ya mismo. Se las comentaré cuando la termine en unas semanas más, pero es más larga. 


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