viernes, 30 de septiembre de 2016

Viento del Este, Viento del Oeste.

Esta novela les retratará costumbre de la China antigua pero les gustará. Se titula: “Viento del Este, Viento del Oeste”, de la autora Pearl S. Buck. Premio Nobel  de Literatura 1938. Es una novela narrada enteramente en primera persona. Es una dama china que narra su vida y de su familia. La chica que narra todo se llama Kwei-lan y fue prometida para casarse desde antes de nacer. Su padre y su amigo se querían mucho como hermanos y decidieron unir su sangre casando a sus hijos. Cuando la prometieron en matrimonio, el niño tenía seis años y Kwei-lan acababa de nacer. Kwei-lan ahora tiene 17 años y quieren casarla. Le han enseñado las costumbres de las mujeres chinas, como deben comportarse, le vendaron los pies desde niña para que tuviera los pies pequeños, le enseñaron como vestirse, como hablar con los ojos, en suma, en cómo ser una noble dama.  La chica es de plata. Tiene un hermano mayor que estudió en la Universidad Nacional y desea ir a América. Estudió Ciencias allá. El padre dio su aprobación ante la insistencia del hijo, y el hermano se fue a América a seguir estudiando. El padre tiene su esposa y varias concubinas. El padre da fiestas, entonces la esposa se retira a sus habitaciones para leer excelsas máximas de Confucio. La Kwei-lan se casa con su prometido chino, que ha estudiado en América también. Pero el chico le empieza a enseñar sus costumbres americanas. Es médico y ha estudiado en América. Kwei-lan se esmera preparando platillos deliciosos pero su marido no se impresiona.  La convence de no usar vendas en los pies. La chica habla con su mamá, y ésta le aconseja acostumbrarse a los deseos de su marido. Su marido le cuenta de  los grifos de donde sale agua fría y caliente, de las cocinas, de las máquinas que viajan por el agua y debajo de ella. Kwei-lan le pregunta: ¿Estás seguro que no se  trata de magia? El le enseña costumbres occidentales. Le dice que la Tierra es redonda. Ella les cuenta a sus criados y ellos le dicen, mentira, la Tierra es plana. Solo hay que verla. A ella y los demás chinos les habían enseñado que el dios Pan-Ku el creador había hecho el Sol, la Luna y las estrellas solo para los chinos. Creía que en los países extranjeros no había sol, ni luna, ni estrellas. Luego Kwei-lan queda embarazada de su esposo. Y les cuenta a todos. La suegra de ella, le dice: No prepares la ropa del pequeño hasta que haya nacido. Ella le dice: ¿Cómo lo vestiré?. La suegra le contesta: Envuélvele en la ropa vieja de su padre. Eso le traerá suerte. Yo lo hice con mis cinco hijos y todos están con vida. También le dijeron luego de dar a luz debía comer un cierto tipo de pescado. Y beber una taza con azúcar morena disuelta en agua. Ella regresa a su casa y le cuenta todo eso a su marido. El marido le dice: Son puras supersticiones. Y le hace prometer que se guiará solo por lo que él le diga. Visitan con su marido a una pareja de extranjeros, el marido fue profesor en la universidad del esposo de Kwei-lan. Le muestran a su hijito bebe. La esposa lo amamanta. Kwei-lan se sorprende, porque las chinas no amamantaban a sus hijos, porque les deforma el cuerpo. Lo llevan a ser amamantados por las esclavas. Nace el hijo de Kwei-lan, es varón. El marido habló con sus padres porque ellos querían como abuelos, criar al hijo de su primogénito. Había esa costumbre. El marido la cambia y les comunica a sus padres que no les dará su hijo, lo criarán ellos mismos.  El hermano que está en América les escribe diciendo que se quiere casar con una americana. La mamá de Kwei-lan se siente mal con un gran dolor. Su hijo debía casarse con la prometida de niñez. La madre enferma de salud. El hermano de Kwei-lan se casa con la extranjera y vuelve a China a visitarlos. Les presenta a su esposa. Es blanca y alta. Kwei-lan aleccionada por su esposo, le trata bien a la extranjera. Hacen amistad. Luego, el hermano y su esposa visitan con Kwei-lan a la mamá de ellos. Van a su casa, entran a su cuarto, pero la mamá no quiere hablar con su hijo. Solo pide que su hijo se case con su prometida china, la hija de los Li. La extranjera esposa hace lo que puede para llevarse bien con la mamá pero ella no le habla nada. Y sigue acostada. La extranjera queda embarazada. Kwei-lan se encariña con ella. La mamá de Kwei-lan muere, le llevan médico chino y dice: Si el cielo ordena la muerte, ¿quién soy yo para oponerme al destino supremo? Luego, Kwei-lan le pide a su esposo médico que revise a su mamá. El esposo la revisa pero dice es muy tarde. No puede hacer nada. Muere. La entierran y mandan hacer cantos fúnebres. Luego, las concubinas de su padre se pelean el honor de ser primera dama de la casa. La novela termina en que nace el hijo de su hermano de Kwei-lan. Y el hermano con su esposa, y Kwei-lan con su esposo miran el futuro con optimismo. Ven al niño como un símbolo de unión de razas. Les va a gustar.



1 comentario:

  1. Hola espectadores online, soy Alfonso Vázquez de México. Estoy aquí para compartir mi testimonio sobre cómo me ayudaron a recuperar a mi esposa. Yo era un tramposo y mi esposa me atrapó varias veces. Traté de arreglarme y cada vez terminé haciendo trampa una y otra vez. Supongo que no me di cuenta de lo que ella significaba para mí hasta que me dejó en paz... Comencé a encontrar una manera de recuperarla, pero nada parece funcionar perfectamente hasta que encontré un artículo sobre Lord Zakuza, quien ayudó a muchas personas en todo el mundo a recuperar sus relaciones. Me puse en contacto con él y me aseguró que mi esposa volvería a mí en 48 horas con sus poderosas magias y pagué 410 euros por los materiales necesarios para el trabajo. Sorprendentemente, mi esposa regresó a casa después de 3 días diciendo que todavía me ama y juré que nunca más la engañaría. Todo gracias a Lord Zakuza. Puede charlar con él en su número de WhatsApp a través del + 1740-573-9483.

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