La muerte viene de lejos
He terminado de leer la novela titulada "La muerte le viene de lejos", del escritor español, J.M. Guelbenzu. La novela narra la historia de dos amigas, Mariana de Marco, jueza, y Carmen Fernández, secretaria del Juzgado de San Pedro del Mar. Ambas se llevan muy bien. Carmen trae crustáceos vivos a casa de Mariana donde los meten vivos a hervir en la sopa, y luego se los comen. Carmen le cuenta su problema a Mariana. Le hace recordar primero el caso de un viejo avaro de ese pueblo que murió envenenado por el gas de su cocina. Pues bien, el sobrino que trató de salvar a su tío y heredó todo, ahora tiene más de 40 años y quiere casarse con la sobrina de Carmen, Vanessa, una chica muy bonita. Este sobrino que ahora es rico, según Carmen es ladrón y corrupto. Lo acusa sin pruebas que debe haber matado a su tío, a pesar que el caso fue sonado y se concluyó en que fue accidente. Mariana le dice a Carmen que el tal Rafael Castro es guapo y es bastante probable sí se case con su sobrina, a pesar que la tía no esté de acuerdo. La chica Vanessa tiene 20 y tantos años de edad. El caso había sucedido así. Una mañana, el viejo tío encendió la cocina de su casa y abrió todas las llaves de gas pero no encontró los fósforos. Se desmayó, y su sobrino lo recogió y con ayuda de un señor que pasaba lo llevaron al médico pero llegó cadáver. El viejo era avaro. Guardaba toda su plata en la cocina de su casa. Todo lo heredó su sobrino Rafael. Antes el viejo vivía solo pero le llegó carta de su sobrino Rafael en que le contaba necesitaba un trabajo, no pedía más que un sueldo y vivir allí. Luego que el viejo murió, Rafael contrató a Teodoro, un vecino que le ayudaba en labores de campo. Carmen se ha hecho amiga de Teodoro y le gusta. Pero Teodoro no desconfía de Rafael para nada. Incluso Teodoro le compró su casa a Rafael, y se la vendió a plazos. Rafael ahora vive en otro lado y va a veces por allí. Lo que le asombra a Mariana es la buena educación de Rafael. No tiene nada de campesino a pesar de haber trabajado siete meses allí con su tío. Tiene buenos modales, es un caballero y sabe idiomas también. Se lo presentan en una fiesta. Pero Carmen insiste en su sexto sentido de que es ratero. Así que abren el caso. Nombran un capitán López para que investigue, de la policía civil. Lo que logran averiguar es que el viejo avaro tenía el tabique nasal desviado, y no se había operado. No podía oler los olores. Seguro ese día encendió las hornillas, no olió nada mientras buscaba los fósforos, y se murió de asfixia. Pero Carmen insiste y siguen investigando. ¿En qué quedará el caso? ¿Fue accidente o mataron al viejo avaro? Lea la novela y se enterará. Falta contar un dato importante, que el viejo avaro y su hermano, cuando eran jóvenes, se peleaban por la misma mujer. Hasta que un tío de ellos se llevó a la chica a otro lugar en tren, y se llevó al hermano del viejo avaro, aunque la chica estaba encinta de Rafael ya para ese entonces. O sea tal vez era Rafael hijo del viejo avaro o del hermano. Hay varias dudas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario