Los Hermanos Karamázov
He terminado de leer la novela titulada “Los Hermanos
Karamázov” del gran escritor, Fiódor Dostoyevski. El escritor la terminó y
estaba seguro que sería un éxito. Pero murió al poco tiempo. Y la novela fue un
éxito fenomenal. Más antes había escritor, “Crimen y Castigo”. Ya era un
escritor conocido. La novela que he leído trata de los hechos que ocurren en
Rusia, en un lugar que llaman nuestro distrito. Hay un hombre llamado Fiodor
Pavlovitch Karamázov, un hombre corrompido que llega a ganar mucha plata, unos
100 mil rublos. Tuvo una primera esposa que murió, dejando un hijo. Al niño no
lo criaba propiamente ni le daba cariño de padre, su criado lo lavaba y criaba
al niño. Luego se casó con una segunda esposa, que tenía más dinero y ella
también murió. Quedó con más plata. Tuvo dos hijos con ella. Es decir, tiene
tres hijos. El mayor se llama Dmitri Fiodorovitch Karamázov, es militar,
alejado de su puesto por ahora. El segundo se llama Iván Fiodorovitch
Karamázov, y el tercero se llama Alexei Fiodorovitch Karamázov. Los dos mayores
viven romances con mujeres, a Dmitri lo llaman Mitia, se enamoró de una rica de
la nobleza llamada Maria Ivanovna, pero luego la deja porque se enamora de Gruchegnka,
una chica más bonita. Y necesita plata para casarse con ella. Su padre no les
reparte herencia. Su padre está enamorado de la misma chica que su hijo, de Gruchegnka.
Le quiere ofrecer 3 mil rubros si se casa con él. Iván está enamorado de Maria
Ivanovna. A ella le gusta Mitia y también Iván. Ella es de la nobleza y tiene
plata, unos 250 mil rublos. El tercer hijo es Alexei, llamado también Aliocha.
El vive en el monasterio con los monjes, pero no ha tomado los hábitos todavía.
Es muy bueno y siente que tiene vocación religiosa. Un saretz de allí llamado
Zósimo es el líder espiritual del monasterio porque dice la gente que hace
milagros. Viene gente de lugares muy lejanos a ser bendecidos o sanado por el
saretz Zósimo. Alexei lo siente su padre espiritual. En realidad, todos lo
califican de santo. Nunca se queda con dinero, sino que lo reparte a los
pobres. Hay otro personaje, Smerdiakov, que es hijo de la loca del pueblo, que
fue violada y murió luego de dar a luz. La vez que fue violada de noche, Fiodor
Pavlovitch estaba con el grupo de hombres que se encontró con ella. El dice que
la violó un ladrón, pero nadie está seguro de nada. Sus criados de Fiodor lo
crían al niño. Es epiléptico. Otros dicen que Fiodor es su padre. El asunto es
que lo ponen en la cocina de la casa de Fiodor, como cocinero. Y allí vive.
También viven allí el criado Grigori y su esposa. Hay otros dos criados de Fiodor
en otra parte de la casa, pero en su núcleo familiar solo ellos. Dmitri tiene
un altercado en un lugar público con su padre, porque le reclama su herencia, y
al final le dice que lo matará. El saretz Zósimo muere en santidad, pero antes
le dice a Aliocha que vaya al mundo, se quite los hábitos y se ponga ropa de
ciudad, se case y lleve una vida honrada. Le dice que su destino es ése. Todos
se enteran que Fiodor y Dmitri se pelean por la misma mujer. Ocurre lo
siguiente. Una noche, Dmitri está desesperado por encontrar a Gruchegnka.
Quiere casarse con ella. Ella ha hecho plata manteniendo relaciones con
hombres. Y es buena para los negocios. Se entera que ella ha ido a un lugar
lejano a encontrarse con el hombre que la sedujo y la pervirtió hace cinco años.
Es un militar. Le dan el nombre de Samsonov. Va a buscar a Samsonov a su casa,
algo lejana. Samsonov habla con él y le dice que no sabe nada de ella. Dmitri
le dice sobre el bosque cercano que pertenece a su padre que se lo puede
vender. El le dice que no está interesado pero que puede encontrar otro
comprador. Era un bosque lleno de madera. Dmitri se va. Va a casa de su padre a
pedirle 3 mil rublos. Llega y la puerta que da al patio está cerrada. Trepa por
encima de la verja de madera y entra. Smerdiakov le había enseñado una señal de
golpes en la madera que su padre había enseñado a Gruchegnka si ella iba a su
casa la tocara para abrirle él. Su padre esperaba a Gruchegnka con los 3 mil
rublos en un sobre. Dmitri toca en la madera la señal. Su padre abre la ventana
y saca del sobre los 3 mil rublos. Busca a Gruchegnka. Dmitri agachado se va,
pero lo escucha el criado Grigori, y cuando Dmitri está saltando la cerca de
madera, le coge una pierna y le dice: Parricida. Dmitri había cogido una mano
de mortero, de la casa de su padre y con eso golpea en la cabeza a Grigori. Lo
desmaya. Tiene miedo de haberlo matado. Se mete de nuevo y le pone su pañuelo
en la cabeza a Grigori que le sale sangre. Al parecer no ha muerto. Está
desmayado. Así que se va. Va a casa de una vecina amiga de su familia a pedirle
le preste 3 mil rublos, pero la señora que es viuda le dice que no le puede
prestar pero lo puede recomendar para una mina de oro de Siberia donde puede
trabajar y ganar mucho dinero. Le pone una medalla en el cuello. El se va. Va a
empeñar dos pistolas que tenía. Le dan dinero por ellas. Luego, va donde Maria
Ivanovna y le pide le preste 3 mil rublos. Ella le presta. El se va al lugar
donde averigua está Gruchegnka, alquila caballos, carruaje, una troika le llaman
allá, y compra bombones de chocolate, y caramelos, para que los lleven allá.
Llega al lugar y encuentra a Gruchegnka con dos polacos y un militar joven.
Gruchegnka se pensaba quedar con el militar pero se enamora de Dmitri. Apuestan
plata jugando a las cartas y Dmitri pierde 200 rublos. Llegan los bombones y
caramelos al lugar y los reparten para que coman ellos y las criadas de
Gruchegnka. Ella ya tiene sueño, Dmitri le coge la mano se la besa y en eso
viene la policía. Lo acusan de asesinato. Dicen que ha matado a su padre. El
dice que él no ha hecho eso. Lo arrestan. En los días sucesivos todos lo
visitan. Gruchegnka ya está enamorada de él. Y quieren casarse. Maria Ivanovna
es enamorada por Iván. Pero lo visita a Dmitri, sigue sintiendo algo por él. Todos
hacen conjeturas acerca de quién pudo matar a Fiodor. Y una persona descubre al
asesino que le cuenta cómo lo hizo. Pero el día del juicio el fiscal y el
abogado hablan muy bien, buena alocución. No puedo contarles más para que no
pierdan la emoción de leerla. Cómprensela y léanla.